Que la escasez de agua se está convirtiendo en un elemento a tener en cuenta en cualquier planificación de futuro es algo que, a día de hoy, está fuera de toda discusión. Regiones como Cataluña o Andalucía ya están teniendo que aplicar restricciones a su consumo por la falta de lluvia y, aunque de momento no se ha llegado ese extremo, podría darse el caso de que esta situación pudiera afectar eventualmente a la Comunidad de Madrid.
Por ello, planificaciones como Madrid Nuevo Norte ya están teniendo todo esto en cuenta y, junto al Ayuntamiento de Madrid, han puesto en marcha un proyecto piloto para evaluar técnicas de drenaje y eliminación de contaminantes del agua de lluvia en el desarrollo urbano. Esta iniciativa forma parte de la estrategia de gestión responsable del agua de Madrid Nuevo Norte, que busca reducir su consumo hídrico mediante la incorporación de sistemas de drenaje sostenible en proyectos de urbanización.
El proyecto piloto, ubicado en una zona cercana a los terrenos del desarrollo, es el primero de su tipo en Madrid y cuenta con la participación de todos los ámbitos urbanísticos involucrados en Madrid Nuevo Norte. Los trabajos de instalación tendrán una duración aproximada de 13 semanas, seguidos por un período de estudio de un año para recopilar y analizar muestras con el fin de monitorear los resultados.
Esta iniciativa se alinea a su vez con los objetivos del Área Demostradora de Acción Climática DEMO 360, impulsada por el Ayuntamiento de Madrid y la Comisión Gestora del Centro de Negocios de Chamartín, para implementar medidas de sostenibilidad avanzadas. Los resultados del proyecto piloto también ayudarán a definir técnicas de drenaje sostenible en otros ámbitos de Madrid Nuevo Norte.
Recuperar el ciclo natural del agua
Aquí entrarán a formar parte del juego los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), una innovadora solución para abordar los desafíos del manejo del agua en entornos urbanos. En contraste con los sistemas de drenaje convencionales que se basan en redes de tuberías para eliminar rápidamente el agua de lluvia de las áreas urbanas, los SUDS adoptan un enfoque integral que busca imitar el ciclo natural del agua.
Estas soluciones incluyen diversas técnicas, como pavimentos porosos, jardines inundables y zanjas drenantes, que capturan y almacenan temporalmente la lluvia, permitiendo su retorno al subsuelo y evitando la sobrecarga de la red de saneamiento.
El principio fundamental de los SUDS es la gestión descentralizada del agua, que incorpora una variedad de técnicas a escala local para controlar el flujo de agua de manera más efectiva. Estas técnicas van desde la creación de zonas verdes y humedales artificiales hasta la instalación de sistemas de captación de aguas pluviales en edificios y calles. El objetivo principal es mitigar los efectos negativos de la escorrentía urbana, como inundaciones, contaminación del agua y degradación del hábitat acuático.
Al retener y tratar el agua en su lugar de origen, los SUDS reducen la cantidad de agua que ingresa a los sistemas de alcantarillado, disminuyendo el riesgo de inundaciones repentinas durante eventos de lluvia intensa. Además, al convertir los suelos urbanos en permeables al agua de lluvia, estos sistemas buscan maximizar la capacidad del entorno urbano para absorber, retener y tratar el agua de manera sostenible. Asimismo, al filtrar y purificar el agua pluvial antes de que llegue a los cuerpos de agua naturales, los SUDS ayudan a prevenir la contaminación y a mantener la calidad del agua para uso humano y ecosistémico.
La esencia de cómo los SUDS transforman el desarrollo urbano reside en su capacidad para reintegrar la naturaleza en el tejido urbano. Desde techos verdes que absorben el agua de lluvia hasta la creación de áreas verdes multifuncionales que actúan como esponjas urbanas, estas soluciones promueven un enfoque más armonioso entre el entorno construido y el entorno natural, contribuyendo así a la resiliencia y la sostenibilidad de las ciudades modernas.
Exprimir al máximo el agua de lluvia
El objetivo último es conseguir recoger, limpiar e infiltrar no sólo el agua de aceras y parques, sino también la mencionada escorrentía de lluvia procedente de las superficies viarias y aparcamientos, lo que podría llegar a reducir hasta en un 70% el agua de lluvia que es enviada a la red de alcantarillado.
Este estudio se centra por tanto en verificar la eficacia de dos sistemas de drenaje para reducir la contaminación del agua de lluvia. Los sistemas incluyen un jardín de lluvia de biorremediación y pavimento adoquinado permeable, buscando siempre devolver el agua tratada al subsuelo o utilizarla como recurso hídrico alternativo, comparando a su vez la calidad del agua tratada por estos sistemas con la del agua de lluvia sin tratamiento en un laboratorio.