En muchas ocasiones usamos la frase «hay una en cada calle» para referirnos, quizá exagerando un poco, a determinados elementos de nuestro día a día en la ciudad. Sin embargo, si nos referimos a las placas identificativas, no cabe ninguna duda de que nos estamos ajustando a la realidad.
Madrid dispone actualmente de 61.174 placas en sus calles, según consta en el inventario municipal. Este número está en constante cambio debido a modificaciones, obras y nuevos desarrollos en la ciudad.
Un araduo trabajo que recae, en el caso de la capital, en Api Fabricación, una empresa de Aranjuez que es la empresa más grande de este sector y en la que se acuña la identidad a las calles de Madrid.
De allí salen los modelos de placas para la identificación de las vías públicas de chapa de aluminio o acero en fondo azul, conocidas como placas murales de denominación de viales, y que conviven en la Villa del Manzanares con las de cerámica, utilizadas en la zona histórica, que incluye el nombre de la vía y un dibujo alusivo.
Una placa al día
Madrid fabrica un promedio de 370 placas al año y reemplaza 612 debido a robos, deterioro o vandalismo. En 2023, se instalaron 247 placas azules en nuevos viales, se sustituyeron otras 627 y se realizaron 20 limpiezas. También se colocaron cuatro nuevas placas cerámicas en el centro de la ciudad, con un coste total de 103.627 euros.
La historia de las placas callejeras en Madrid se remonta a la primera mitad del siglo XIX, cuando se implementó una reforma para numerar las calles de forma independiente. Las placas con letras blancas sobre fondo azul datan de comienzos del siglo XX y han experimentado modificaciones a lo largo del tiempo, estableciendo el modelo actualmente vigente en 2013.
El coste de cada placa es de 100,33 euros, y el número de placas robadas o vandalizadas corresponde prácticamente al 100% de las unidades reemplazadas por el Ayuntamiento. Los actos vandálicos suelen ser más frecuentes en vías con denominaciones polémicas debido a motivos ideológicos o cuando se ha modificado la ubicación de las placas para evitar robos.
¿Cómo se fabrican las placas identificativas?
Las placas de chapa de aluminio o acero son fabricadas mediante un proceso industrial que incluye limpieza, imprimación, pintura y horneado. Su diseño cumple con las Normativas de Elementos Constructivos (NEC) y se fijó en 2013. Cada placa tiene un tamaño que varía entre 450 mm y 1,200 mm de ancho, con un alto de 250 mm. La capa de lacado tiene un espesor superior a 60 micras, garantizando óptimas condiciones técnicas y resistencia.
Las normas de colocación en la vía pública especifican que las placas deben ser visibles en el sentido del tráfico, ubicándose al inicio y final de las vías y en intersecciones. En plazas y rotondas, se colocan en las intersecciones de las calles en el lado derecho en el sentido de entrada.
El proceso de tramitación de las placas para nuevas calles comienza con la aprobación de la denominación y su inclusión en el callejero oficial. Luego, se comunica a la empresa adjudicataria para la fabricación e instalación, que generalmente se completa en un plazo de diez días.