Carlos Sainz y Lucas Cruz se han proclamado ganadores del Rally Dakar 2024 en la categoría de coches. El madrileño (y madridista) y su copiloto catalán han culminado la última etapa sin incidencias y recibirán este viernes, a las 19:00 horas en España, el cuarto trofeo del rally más complicado del mundo.
Ambos han completado sin problema la última etapa, en un circuito alrededor de Yanbu con 175 kilómetros de especial, y han cerrado de esta manera el capítulo de Audi en el Dakar con un triunfo histórico.
Con esta cuarta corona, Carlos Sainz iguala a Ari Vatanen y le sitúa en el podio de los pilotos con más victorias después de Peterhansel y Al-Attiyah y supone, además, la primera victoria de un coche con propulsión híbrida (gasolina y eléctrico) en la historia del Dakar.
Una vida dedicada a la velocidad
A sus 61 años es, desde hace muchos, historia viva del automovilismo, pero su periplo comenzó a una edad muy temprana, cuando se ponía al volante del Seat 850 de Demetrio, el encargado de mantenimiento de su casa que lo llevaba al colegio. Uno de esos días, Carlos hizo un par de trompos en el aparcamiento de la escuela. Quizá en ese momento comenzaba su carrera, aunque el director, que le observaba desde el despacho, le castigó con una hora adicional en el colegio, limpiando papeleras durante dos semanas. Antes de esta aventura, su primera experiencia al volante fue con el SEAT 600 de su hermana Carmen. Ella se encargaba de los pedales y él del volante.
La primera competición de Carlos Sainz
La primera carrera en la que el madrileño tomó parte fue montado en una moto de campo. Ya con 16 años, continuaba su periplo sobre ruedas. Falsificó la firma de su padre para sacarse la licencia deportiva, y encima de la Montesa Capra 125 hizo sus primeros pinitos en el motocross. Las broncas paternas y los sustos se repetían, pero no ocurrió nada grave.
De «El Bombardero» a «El Matador»
Otra de las curiosidades de la vida de Carlos Sainz es que tiene un apreciado talento para preparar y transformar coches de rally. Durante años fue el piloto que más puntos acumuló en el histórico del Campeonato Mundial de Rally (1242) y era conocido en el Mundial con el apodo de El Matador, por su fuete personalidad, pero antes de eso, Antonio Zanini y su copiloto Josep Autet lo bautizaron como «El Bombardero».
En aquel momento Juan Carlos Oñoro dejó Opel y el joven Carlos debutaba en el equipo con ganas de despuntar para lograr asegurarse un volante para 1985. Atacaba siempre que tenía ocasión, era rapidísimo, una «bomba». De ahí nació su apodo.
La mayor rivalidad
El piloto ha asegurado en diferentes ocasiones que ha tenido compañeros de equipo fantásticos, muy fuertes, como Juha Kankkunen y Didier Auriol, pero fue Colin McRae con el que compartió más tiempo. Al final, los dos pilotos entablaron una buena amistad hasta que el escocés sufrió un inesperado y triste accidente de helicóptero. Aunque no quiere olvidar y destaca también a Sébastien Loeb. “Tengo un gran respeto por todos esos campeones”, destaca.
Un genio también en los raid
Durante los últimos lustros, el Rally Dakar se ha convertido en una carrera aún más fascinante con la llegada de Carlos al mundo de los rally raid. Con el madrileño volando sobre la arena, cada segundo cuenta a pesar de las largas distancias que se recorren.
Su forma de pilotar es explosiva, siempre luchando la última décima de segundo y enfrentándose a pilotos de su categoría como Nasser Al-Attiyah, Sébastien Loeb o Mattias Ekström, en un entorno que se adapta a la perfección a sus habilidades. Los expertos señalan que ha cambiado la historia del Dakar habiendo aumentado considerablemente su ritmo de carrera.
Fotografías / Perfil oficial del Rally Dakar