Madrid continúa su ascenso en la escena internacional, consolidándose como la tercera ciudad más atractiva para el turismo en 2023, según el informe anual de Euromonitor, una empresa de investigación de mercado con sede en el Reino Unido. Este logro marca un avance psicológico respecto a 2022, cuando la capital española ocupaba la cuarta posición.
Así, por primera vez, Madrid ha alcanzado el podio, superando a ciudades como Barcelona, que se mantiene en la novena posición. Las dos primeras posiciones del ranking siguen en manos de París, que lidera por tercer año consecutivo, y después Dubái.
Europa ostenta una presencia dominante en la lista de los 100 mejores destinos urbanos, con siete de las diez primeras posiciones ocupadas por ciudades europeas: París, Madrid, Ámsterdam, Berlín, Roma, Barcelona y Londres. Solo Dubái, Tokio y Nueva York logran posicionarse entre los diez primeros, en segundo, cuarto y octavo lugar respectivamente. Asia, sin embargo, encuentra representación en el top 20, con ciudades como Singapur, Seúl, Osaka y Hong Kong.
En el ámbito internacional, el informe también destaca que 2023 marca la recuperación definitiva de los viajes, con un aumento del 38% en el número de viajes, proyectándose alcanzar los 1.300 millones a finales de año. El retorno de los viajes internacionales chinos, tras la eliminación de las cuarentenas gubernamentales, ha sido un factor clave en esta recuperación. Así, se espera que el gasto turístico mundial alcance los 1,7 billones de dólares en 2023.
Nuevas tendencias en el modo de viajar
Las tendencias del turismo revelan un aumento en la demanda de nómadas digitales, que buscan alta velocidad de internet, opciones de reserva flexible y entornos propicios para el trabajo remoto. La sostenibilidad también se mantiene como un tema destacado, con ciudades adoptando medidas como el uso de energías renovables y programas de reciclaje.
Sin embargo, la masificación turística sigue siendo un desafío, y algunas ciudades implementan restricciones y estrategias de dispersión para preservar el patrimonio cultural y limitar el impacto en las comunidades locales y el medio ambiente. En este contexto, la importancia de prácticas sostenibles se subraya como clave para un turismo más responsable.