Madrid es una de las ciudades europeas en la que más estilos arquitectónicos conviven. Iglesias románicas, palacios de finales del siglo XVIII, casas modernistas… y, por supuesto, también hay ejemplos icónicos del brutalismo, una de las corrientes más impactantes, pero que debido a su preferencia por la funcionalidad por delante (supuestamente) de la estética y el uso de materiales como el hormigón provoca amor y odio por partes iguales.
Alejandro García Alcántara es diseñador gráfico y pertenece a ese primer grupo de amantes de esta corriente. Desde hace años ha dedicado su talento y curiosidad a descubrir las joyas ocultas que tiene la capital de este tipo de construcciones. Apoyado en una carrera que abarca desde la ilustración hasta el muralismo, Alejandro se ha sumergido en el mundo del brutalismo, una rama poco explorada de la arquitectura moderna, a través de una cuenta de Instagram, Madrid Brutalism, que ya supera holgadamente los 13.000 seguidores.
«Creo que mi primer contacto con el brutalismo fue a través de vídeos de parkour en Francia, una actividad que antes practicaba,» relata Alejandro. Fascinado por edificios como el de la Dama del Lago en París, Alejandro se dio cuenta de que esta forma de arquitectura tenía algo especial. «Más adelante, revisité videoclips musicales y películas que había visto hace años y en los que se veían muestras de este estilo» añade.
Alejandro nos cuenta cuál fue el primer “clic” con el brutalismo en Madrid. «El primer edificio que realmente capturó mi atención fue la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. Y, por defecto, también lo hizo la ‘corona de espinas’ (el Instituto Cultural de España), que está muy cerca. Cada día, al llegar en autobús a Moncloa, me encontraba con estas impresionantes estructuras.»
Así, lo que comenzó como una simple curiosidad personal, pronto se convirtió en una misión para Alejandro. «Empecé a trabajar en Chamartín, pero vivía en Valdezarza. En mis trayectos diarios, pasaba por innumerables edificaciones brutalistas, sobre todo cuando dejaba atrás el túnel de Sor Ángela de la Cruz y me encontraba con todos las moles de Cuzco”, capturando cientos de fotografías, explica. Este esfuerzo, tiempo después, culminó en la creación de la mencionada cuenta de Instagram dedicada al brutalismo en Madrid, una iniciativa que no tenía precedentes en la ciudad.
Un libro sobre las joyas brutalistas en Madrid… y más allá
La popularidad de su cuenta en Instagram llevó a Alejandro a considerar proyectos más ambiciosos. «Vi que tenía tirón y, junto con mi amigo Luis Carrón, comenzamos a planear rutas y eventualmente, un libro,» dice Alejandro. Un libro que llegó a buen puerto y que ya está a la venta, donde no solo captura la esencia del brutalismo madrileño, sino que también ha abierto las puertas a visitas guiadas y la posibilidad de expandir su proyecto a otros puntos de la región.
Alejandro enfatiza la importancia de valorar y preservar estos edificios. «Más allá de la importancia de que se empiecen a reconocer algunos de ellos como Bienes de Interés Cultural, es crucial poner estos edificios en valor. Si la gente no los conoce, no repara en su importancia y se pierde su valor,» advierte. Él cree que el conocimiento y la apreciación son clave para la preservación.
Reflexionando sobre el futuro del brutalismo, Alejandro opina: «En la actualidad hay construcciones parecidas, pero no creo que se haya hecho nada similar ni que se vuelva a hacer. Era algo muy de época. Ahora, la sostenibilidad juega un papel crucial, algo que el brutalismo históricamente no priorizaba.»
Para terminar, le pedimos que nos diga cuáles son sus tres edificios brutalistas de la capital. Se queda, por supuesto, con la facultad de Ciencias de la Información y quizá el Instituto Cultural antes mencionados; pero a ellos le añade un tercero, que no es otro que el mítico edificio Princesa. «Estudiaba diseño gráfico en la calle La Palma, y al pasar por San Bernardo, siempre me detenía a admirarlo”.
A través de su trabajo, Alejandro García no solo ha documentado una parte desconocida de la historia arquitectónica de Madrid, sino que también ha inspirado un nuevo aprecio por el brutalismo. Su enfoque único en Instagram, combinando arte, diseño y pasión por la arquitectura, ofrece una perspectiva fresca y enriquecedora sobre este estilo arquitectónico tan debatido y, a menudo, malentendido.
