Decía Ludwig Wittgenstein, el filósofo, matemático y lingüista austríaco, en su Tractatus lógico-philosophicus, que el lenguaje y el mundo deben entenderse como dos entidades que están estrechamente relacionadas; no como seres independientes. «El lenguaje es una parte del mundo» por lo tanto, las proposiciones que se realizan en los diferentes lenguajes, pueden representar la realidad en la que vivimos. Aún así, no dejamos de comprobar cómo la posmodernidad, la denominada «modernidad líquida» corrompe una y otra vez la narración a través del lenguaje.
En esta actualidad, que utilizando la propia metáfora de Bauman, se nos escapa entre los dedos, hemos podido hablar con Ibrahim Zaytoun, «nombre de guerra» destinado a paliar el miedo y el peligro de posibles represalias, de un palestino residente en Madrid, que habla en nombre de la organización Al-Yudur Juventud Palestina. Con él, hemos podido conocer la visión de este pueblo sobre la actual situación en Gaza, en Palestina y en el largo y atroz conflicto palestino-israelí.
Recrudecimiento del conflicto
Zaytoun nos ha mostrado la cara palestina de los hechos ocurridos el pasado 7 de octubre de 2023, cuando mientras los israelíes festejaban la fiesta Sucot, grupos armados de milicianos palestinos, lanzaron un gran ataque contra Israel desde la Franja de Gaza. En sus palabras, nos explicaba que se falla el tiro cuando entendemos esto como una agresión de Hamás a Israel. La cuestión para los palestinos es que su pueblo lleva 75 años aguantando el colonialismo israelí y más de 100 años de colonialismo en general, si atendemos al mandato británico de Palestina.
Su visión analiza esto como una cuestión colonial y no le gustan conceptos como “conflicto” o “guerra”, ya que no se produce una situación en la que dos ejércitos se disputan un territorio, como, según Zaytoun ocurre en Ucrania. La perspectiva de este pueblo es una Palestina en la que siempre ha vivido la población nativa, que es multicultural, con población judía, cristiana y musulmana, que ha sido invadida por una “ideología supremacista judía, denominada sionismo, que viene de Europa y ha sido renombrada internacionalmente como Israel».
Mirando hacia el pasado, nuestro interlocutor apela a la «resistencia palestina», un pueblo que ya firmó hace 30 años unos “acuerdos humillantes de paz” (Acuerdos de Oslo), que asentaban a víctima y verdugo, a colonizador y colonizado, en una situación de igualdad, tal y como nos explica. En aquel momento, «los palestinos se vieron obligados a vivir controlados por el Estado de Israel» en unos acuerdos que para Zaytoun sólo han servido para «profundizar en la ocupación», lo que ha conllevado que su pueblo «opte por la resistencia armada».
Son ya 75 años en los que el pueblo palestino resiste, se ve a sí mismo sufriendo «humillaciones en los checkpoints y en las fronteras, aguantando las provocaciones de los soldados israelíes», y con la obligación de pedir permisos al ejército israelí para visitar a sus familiares en la cárcel, o para organizarse como grupos estudiantiles, de mujeres o de vecinos.
Derecho Internacional
Zaytoun se siente orgulloso de Hamás cuando nos lo describe como una expresión de la resistencia cotidiana y pacífica del pueblo palestino, una resistencia armada creada y mantenida en el tiempo por propio derecho. Nos explica que el derecho internacional defiende y aboga por la resistencia armada para los pueblos colonizados. A propósito del pueblo palestino, así se puede corroborar en la Declaración 30/70 del año 1973. El conflicto es claro desde su postura, el pueblo palestino tiene derecho a la resistencia, en todas sus formas, incluida la lucha armada, pero no así Israel, que incumple con cualquier ley internacional o tratado colonizando Palestina. Tampoco tienen derecho, asevera, a defenderse en una invasión que ellos mismos han empezado. “No te puedes defender de una agresión que tú mismo provocas”.
Al-Yudur, «contribuir para lograr la liberación de Palestina»
La organización a la que Ibrahim Zaytoun da voz, Al-Yudur, es el movimiento de la juventud palestina organizada en el Estado español. Fue constituida en 2018 cuando comprobaron que los hijos de refugiados y refugiadas, residentes en Madrid y en España, no tenían un espacio propio desde el que ayudar a organizar la liberación de Palestina. Son jóvenes que desean contribuir en la lucha de su pueblo.
Uno de los principales objetivos de Al-Yudur es reivindicar el derecho a la resistencia, incluyendo en ella a todos los ciudadanos palestinos y a los ciudadanos presos en el marco del conflicto palestino-israelí, un hecho que ha provocado la desconfianza de Al-Yudur, hacia determinadas Organizaciones No Gubernamentales.
Nuestro entrevistado ha criticado que se catalogue el conflicto como “una cuestión jurídica o administrativa”. Según sus palabras, se espera que acabe el “apartheid y el colonialismo, que organizaciones como Naciones Unidas comprendan la situación, “pero la realidad es que sabemos que no es así, porque llevamos 75 años aguantando esto”. “Durante estos días, podemos ver como toda Europa, la Europa de los derechos y las libertades, ha cerrado filas con Israel”. Por eso buscan una lectura propia del conflicto, ya que “no podemos depender de las instituciones que nos oprimen”.
Manifestaciones en Madrid y política regional
Desde Al-Yudur consideran que tanto el pueblo español como la mayoría de países, están muy sensibilizados con la causa palestina. Pero “las élites, la burguesía y la clase política de la derecha tienen relativas expresiones de solidaridad con Israel, porque, al fin y al cabo, saben que Israel es su colonia, el chiringuito que les permite seguir manteniendo el nivel de vida que tienen. Las élites, Ayuso, Almeida, el PP de Ruiz Gallardón, en su momento, han expresado su solidaridad con Israel”, nos recuerda Zaytoun.
Sin embargo, nos ha contado que sienten el apoyo mayoritario “del pueblo hacia la causa palestina”. “Nadie puede estar de acuerdo con que se bombardee población civil, nadie puede estar de acuerdo con que, en una semana y media se ha asesinado a más de 5.000 personas, pero aún así, se están desarrollando constantemente campañas de bulos y desinformación”. Apela a que este conflicto no afecta sólo a Palestina, sino a la “humanidad ante el imperialismo y el colonialismo” y lanza un mensaje hacia los políticos “alineados con el imperialismo: esta situación es inaceptable”. Por otro lado, entiende que la posición de Europa es la de protagonista activa y beneficiaria de la colonización de Palestina.
“Tenemos que exigir desde el Estado español responsabilidades, a nuestros gobiernos y a nuestros líderes, porque esto indefendible e injustificable, por mucho que se inventen el relato de que somos terroristas y que todos merecemos que nos arranquen la cabeza”.
Los partidos de izquierda en España
Ante la falta de apoyo de los partidos de la derecha, según Zaytoun, los de la izquierda apoyan “incondicionalmente” su causa, ya que, al fin y al cabo, “la lucha anti-imperialista y anti-colonial es un valor inherente de la izquierda”. Pero “hay partidos políticos u organizaciones de izquierdas que no lo hacen. Por poner un ejemplo, Comisiones Obreras, en la primera frase de su primer comunicado, “condenan la violencia de Hamás. Lo mismo pasa con Más Madrid”, nos indica.
En este sentido interpreta que “la gente es suficientemente lista como para saber y entender quiénes están del lado del pueblo palestino, de verdad, aunque sea una opinión jodida de sostener en estos tiempos de agresividad mediática. Aún así, está claro que la izquierda siempre ha apoyado al pueblo palestino, más en el Estado español”.
La población civil en el conflicto: un «crimen contra la humanidad»
En cualquier conflicto bélico la población civil es siempre la principal víctima. En este caso, nuestro interlocutor la observa como un “objeto de castigo colectivo. Lo que hemos visto es cómo el 7 de octubre la resistencia palestina asesta un golpe humillante, con una victoria militar y política sin precedentes al ejército israelí. A ese supuesto ejército tan avanzado tecnológicamente y profesionalizado; y lo que estamos viendo es que como no pueden alcanzar los objetivos que ellos entienden como militares, lo que están llevando a cabo es un castigo colectivo a la población civil”.
Según nos ha explicado, esta situación no es nueva, “ya se desarrolló a principios del siglo pasado y consiste, básicamente, en castigar a la población civil, que no tiene culpa de nada, a la hora de generar una situación de sufrimiento. Es la misma filosofía de la II Guerra Mundial, de todos los crímenes de guerra que nacieron entonces y, por supuesto, del nazismo”.
Describe Gaza como un “gueto, del tamaño de La Gomera, que tiene 2,3 millones de personas hacinadas. Es uno de los sitios con mayor densidad poblacional del mundo, que lleva rodeado por tierra, mar y aire, desde hace 17 años, en el que el agua está contaminada; la gente bebe todos los días agua contaminada. Pero además, se suma a que los llevan castigando desde el 7 de octubre y, además, que la mitad de la población son niños. De los más de 5.000 muertos que van hasta el 26 de octubre, 2.000 son niños”.
“Que cada uno tome sus conclusiones, pero nosotros a esto lo llamamos Genocidio. Esto no es un ataque a los objetivos militares de Hamás. De hecho, al único líder de la organización que han podido alcanzar en Gaza, lo han secuestrado en su casa y lo han torturado hasta la muerte. Pero no han podido acabar con ninguno de los objetivos políticos de Hamás. Lo que están cometiendo son crímenes contra la humanidad”.
Un proyecto de Estado judío y exclusivo
Desde la visión palestina, la situación refleja el intento de generar “un proyecto de Estado exclusivo para judíos. Una teocracia judía en un sitio donde ya hay población nativa. Esto es un colonialismo de asentamientos, de toda la vida, y para ellos, la población palestina, directamente sobra. Estoy convencido de que a los israelíes les cuesta dinero y recursos, y les disgusta, tener que asesinar niños palestinos, ellos preferirían que directamente desaparecieran de la faz de la tierra”.
“Por eso están pidiendo la evacuación o, mejor dicho, el desplazamiento forzoso de la mitad de la franja de Gaza. La realidad es que el pueblo palestino lleva resistiendo la ocupación más de 100 años, 75 años enfrentándose al colonialismo israelí, y ninguna de las criminales prácticas del Estado de Israel han conseguido doblegar a nuestro pueblo. Por tanto, quienes hemos estado en Palestina y quienes conocen a palestinos, saben que no nos vamos a rendir nunca. Vamos a vivir en nuestra tierra y son los sionistas los que matan por estar allí y nosotros los que morimos por defenderla. Van a tener que asesinar a muchos mártires y van a tener que asesinarnos a muchos, pero el pueblo palestino no se va a mover de ningún sitio. Vamos a continuar en nuestra tierra”.
Los refugiados palestinos en España
La cuestión de los refugiados palestinos que llegan a España, a Madrid, a toda Europa y, especialmente, a los países árabes, es algo que viene ocurriendo desde “siempre”. Pero Zoytoun lo describe como una “pequeña minoría” dentro de una población de 2,3 millones de personas. “Aunque haya refugiados es un tema muy personal, es una cuestión que no nos corresponde valorar. Sí que podemos decir que el pueblo palestino no se va a mover de su tierra”.
¿Qué es Hamás?
Con el propósito de dejar clara la posición palestina en el conflicto, y retomando la idea de cómo el lenguaje cambia la realidad, hemos reincidido en la definición de Hamás, desde su propia visión. “Hamás es una organización de resistencia islámica. De hecho, significa literalmente, «Movimiento de Resistencia Islámica». Se funda en el año 1987 en respuesta a la agresión colonial que sufre Palestina. No se lo inventa Israel, como hemos escuchado estos días muchas veces. Hamás no está financiado por Israel, Hamás no es ISIS, Hamás es un movimiento de resistencia palestina conformado por el pueblo palestino”.
“Y aunque nos guste más o nos guste menos, son los palestinos quienes lideran la resistencia palestina y están en contacto con otras muchas organizaciones de la izquierda, de la izquierda laica, y con otros movimientos de resistencia islámicos, cristianos y de otras religiones”.
“A menudo, ciertos grupos intentan centrar Hamás como si fuera una única entidad o la única organización, pero en realidad, es una expresión más de la resistencia palestina. Sabemos que participó y ganó limpiamente las elecciones de 2006. Unas elecciones en las que Israel aprovechó para encumbrar la candidatura de Hamás, para desgastar a Al-Fatah y al FDLP, que son los dos partidos tradicionales laicos de la izquierda palestina”.
“Cuando Hamás ganó, sólo entonces, fue declarado como ilegal por las tres organizaciones más relevantes, que son la OTAN, la UNIÓN EUROPEA y Estados Unidos. Desde entonces Hamás es ese gran enemigo al que, hasta hace dos días, no les parecía tal. Solamente cuando los barbudos ganan las elecciones democráticamente y, sólo entonces, se vuelven terroristas. Lo mismo pasó en Egipto y en otros tantos lugares del mundo. También Nelson Mandela era terrorista”.
Fotografía de portada / Europa Press