La España vaciada, el éxodo rural, el adiós a los oficios tradicionales… Son muchos los rodeos que se pueden dar para definir la agonía del campo, pero lo cierto es que los datos son cada vez peores.
Un estudio de Randstad sobre el mercado laboral agrícola en los primeros siete meses de este año destaca una disminución del 18,7% en los contratos de trabajo en el campo en la Comunidad de Madrid en comparación con el año anterior. Así, en la región se firmaron 4.261 contratos en 2023 en comparación con los 5.238 del año pasado. Sin embargo, esta caída en Madrid fue más moderada que la media de España, del 26,9%.
A nivel nacional, se generaron 1.002.867 contratos en el sector agrícola en España durante estos siete meses, con un 52% de contratos indefinidos y un 48% temporales. Esto contrasta con el año pasado, cuando solo el 28% eran indefinidos. En 2023, los contratos indefinidos aumentaron un 36,2% en comparación con el año anterior.
El comportamiento laboral agrícola de la última década muestra fluctuaciones en la contratación, con una estabilidad entre 1,4 y 1,8 millones de contratos entre 2014 y 2021. A partir de 2022, coincidiendo con una reforma laboral, hubo una reducción significativa en los contratos, pero esto se atribuye a la introducción de contrataciones indefinidas según la nueva normativa.
Por regiones, Andalucía lidera la contratación agrícola con 486.057 contratos, seguida por otras regiones como Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha. El estudio también muestra que los hombres firmaron el 71,5% de los contratos, mientras que las mujeres firmaron el 28,5%.
La mayoría de los trabajadores tenían entre 25 y 45 años (48%), seguidos por los mayores de 45 años (36,4%) y los menores de 25 años (15.6%). La disminución en la contratación fue similar en todos estos grupos de edad en comparación con el año anterior.