Cada vez estamos más cerca de ver convertirse en realidad el proyecto de Madrid Nuevo Norte, el desarrollo urbanístico más grande de Europa. Y, entre oficinas sostenibles y viviendas nos encontraremos también con un gran bosque urbano cuya entidad está ligada a la memoria del lugar, levantándose sobre la losa que cubrirá el haz de vías que durante décadas ha ocupado este espacio de Chamartín. Por ese motivo, el diseño del proyecto se basa en la disposición de las vías, dando lugar a una serie de líneas fluidas que recorren longitudinalmente el parque y que, permitirá unir los barrios que lo rodean, cerrando así la histórica brecha que parte en dos el norte de la ciudad.
El Parque Central será el nuevo pulmón de la capital, con 14,5 hectáreas de superficie y su papel de nueva puerta de bienvenida a Madrid para los visitantes que vengan desde los nodos de transporte público, especialmente, de la futura estación de Chamartín y su intercambiador de transportes.
El jardín del viento
El parque contará con un elemento icónico, que se convertirá en un nuevo referente para Madrid: el Jardín del Viento. Se trata de una estructura verde singular en forma de espiral que se erigirá en mitad del parque y quedará cubierta por vegetación, produciendo su propio microclima. Un gran jardín vertical que se levantará sobre la altura de las copas de los árboles para captar las brisas elevadas y conducirlas a través de su envolvente verde, reduciendo así la temperatura ambiente en su interior y creando un espacio de frescor que se convertirá en el principal punto de encuentro del parque.
El diseño propuesto crea un parque vibrante, con actividad durante todo el día, gracias a que potenciará las zonas comerciales en planta baja de los edificios del perímetro y a su interior abierto a múltiples usos gracias a sus diferentes áreas y ambientes con kioscos, terrazas de restauración, pabellones dotacionales, foodtrucks y zonas deportivas. Un entorno que dará visibilidad a aspectos medioambientales con elementos como jardines de lluvia, parterres de polinización, huertos urbanos y una gran pradera estancial, que permitirán conectar a sus visitantes con la naturaleza.
El nuevo parque será, además, un espacio digital innovador e interactivo, que construirá ambientes sensoriales de luz y sonido cambiantes a lo largo del año que se expandirán por la red de caminos del parque. El Parque Central estará integrado dentro del gran sistema de zonas verdes de la ciudad formado por el Bosque Metropolitano, el Arco Verde y la propia red de parques de Madrid Nuevo Norte.
En el Parque Central de Madrid Nuevo Norte habrá un claro protagonismo de las superficies arboladas, convirtiéndose en un espacio natural y verde que aumentará la biodiversidad de su entorno, aportando sombra y propiciando un microclima local fresco en los meses calurosos de verano.