Los e-shoppers habituales siguen siendo fieles al comercio electrónico. Esta elección se basa en los aspectos prácticos de este canal de ventas, que se considera más flexible, así como en la búsqueda de “buenas ofertas” en un contexto de incertidumbre económica para los hogares. Aunque el porcentaje de compras online ha disminuido, estos consumidores adquieren una mayor variedad de productos a través de internet.
Si bien los productos asociados a la moda siguen siendo los que más se compran online, el año 2022 refleja nuevos hábitos con el notable crecimiento de la compra de alimentos y productos frescos esenciales para la vida diaria. La sanidad, la belleza y la medicina también experimentan un crecimiento, al igual que las ventas entre particulares. Además, la entrega en puntos de conveniencia sigue ganando adeptos, sobre todo en el norte y en el este de Europa, pero la entrega a domicilio se mantiene como la opción preferida por los consumidores.
Cifras clave del E-shopper barometer
El 77% de los europeos y el 70% de los españoles son compradores online (e-shoppers). Con un 40% de e-shoppers habituales, España se mantiene estable en esta cifra en comparación con los dos últimos años.
Hay compradores online de todas las edades, pero existe un perfil predominante: mujer de 42 años, casada y que vive en un entorno urbano. Los e-shoppers habituales en Europa compran al menos una categoría de productos online cada mes y representan la mayor parte de la actividad de compras por Internet, con un 87% de las compras online en Europa. Estos compradores reciben una media de 5,3 paquetes al mes.
En el caso de España, el 59% son mujeres frente al 41% de los hombres y con una edad media de 41,6 años. El 44% está casado, el 27% son solteros y el 23% viven en un piso compartido. Por otro lado, el 1% de los compradores online habituales en España empezó a comprar en 2022. El 3% empezó a comprar online en 2021 y de media, reciben una media de 4,6 paquetes al mes.
Los alimentos, productos frescos y las bebidas siguen creciendo
A pesar de un leve descenso del volumen de compras en comparación con el año pasado, los e-shoppers habituales aprecian las ofertas que pueden encontrar, así como el tiempo que ahorran y el estrés que evitan comprando por Internet, una opinión que ha persistido incluso en el contexto de recesión económica.
Aunque han disminuido el número de compras, los e-shoppers adquieren productos en un mayor número de categorías de media. Los alimentos frescos han conseguido transformar el éxito repentino que experimentaron durante la pandemia en una popularidad duradera impulsada principalmente por la comodidad, mientras que los productos de salud y, especialmente los medicamentos, están en alza. Todas estas categorías presentan unas perspectivas prometedoras con un claro potencial de crecimiento.