Misión imposible. Así es como se podría definir el hecho de buscar una vivienda asequible en la Comunidad de Madrid, cuyo precio de venta, según un estudio de Gesvalt, se ha incrementado en un 5,3% en el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo de 2022.
De este modo, el Informe de Vivienda de la compañía sitúa el precio medio de la vivienda en 2.453 €/m2 frente a los 1.536 €/m2 de España. Esto convierte a Madrid en la segunda comunidad autónoma con el precio más alto de España.
A pesar del crecimiento, este se sitúa por debajo de la media nacional, que ha experimentado un incremento del 6,7%, lo que implica el mayor incremento desde el impacto generado en el sector por el Covid-19, tras siete trimestres consecutivos de alzas por encima del 3%.
Con este nuevo aumento, el precio de la vivienda sigue aproximándose al máximo histórico, registrado en el primer trimestre de 2008, aunque todavía se mantiene un 28,3% por debajo.
Por otro lado, en referencia a los precios de las viviendas de alquiler, la Comunidad de Madrid ha registrado un incremento interanual del 8,9% hasta situarse en 16,32 €/m2/mes.
Este mercado continúa con su tendencia estabilizadora al alza, estableciéndose de forma generalizada en todo el territorio nacional. En lo que respecta a los precios, Barcelona (18,96 €/m²/mes) vuelve a encabezar el ranking en cuanto a las rentas más elevadas, con Madrid en segunda posición (16,32 €/m²/mes) y las Islas Baleares en tercera (15,72 €/m²/mes).
Un panorama parecido se dibuja en el ámbito municipal. Vivir en Madrid implica pagar una renta superior a los 15 €/m²/mes, junto a Barcelona, San Sebastián, Marbella, Castelldefels; uniéndose a este grupo Hospitalet de Llobregat durante este trimestre. En cambio, los municipios de más de 50.000 habitantes con el alquiler de vivienda más bajo son Elda, Linares y Ponferrada; con unitarios inferiores a los 5 €/m²/mes.
Aumenta el esfuerzo teórico necesario para la compra de una vivienda
Asimismo, y de acuerdo a los datos existentes, al cierre del tercer trimestre de 2022, el esfuerzo teórico necesario para la compra de vivienda por parte de las familias ascendió en dos puntos respecto al trimestre anterior, situándose en un 33,6%, lo que supone una excesiva aproximación al umbral del 35%.
La pérdida de poder adquisitivo ha provocado que, en un año y a nivel nacional, aumente en cuatro décimas el número de años de salario que necesitaría dedicar una familia de renta media para poder adquirir una vivienda también de tipo medio, siendo esta cifra de 7,9 años.