En la situación de incertidumbre económica actual, cada vez más consumidores confían en las marcas blancas o marcas de distribuidor, lo que está teniendo impacto en las marcas de fabricantes tradicionales. Las marcas blancas son productos que se venden bajo el nombre de la cadena de supermercados o grandes superficies y son más baratas que las marcas de fabricantes. De esta manera, España se sitúa como el país europeo que más confía en las marcas blancas, con una cuota de mercado del 50%, lo que significa que la mitad de los productos que se venden en los supermercados son marcas blancas.
El aumento de precios en los alimentos en España ha llevado al 93% de los consumidores a cambiar sus hábitos de compra. Según un estudio de la consultora Oliver Wyman, los consumidores se están decantando cada vez más por la marca blanca de los supermercados debido a su supuesto precio más asequible. El último informe de la Fundación Mapfre indica que 8 de cada 10 españoles que han experimentado un empeoramiento en su situación económica eligen comprar más productos de marca blanca y ajustan sus compras en función de si han recibido su salario recientemente o si es final de mes.
Cambios relevantes en la oferta de productos
Es por ello que marcas de consumo muy conocidas están haciendo cambios importantes en su oferta de productos debido a la inflación y el aumento de precio, pero sobre todo al crecimiento de las marcas blancas. Muchas compañías han decidido reducir temporalmente algunas de sus marcas y centrarse en productos clave que tengan un mayor éxito en el mercado, con el objetivo de optimizar gastos y ofrecer un stock más enfocado y atractivo para los clientes.
Algunas compañías como Danone, Nestlé y Unilever han adoptado esta estrategia para hacer frente al auge de las marcas blancas, que están ganando popularidad debido al aumento de precios en las marcas de fabricante. Según los datos de Nielsen, las marcas de distribución han aumentado sus precios en un 16%, mientras que las marcas de fabricante lo han hecho en un 9,5%. Sin embargo, a pesar de la popularidad de las marcas blancas, sus productos también se están encareciendo.
Notable mejora en la calidad de los productos de marca blanca
Los supermercados han dedicado recursos al desarrollo de productos de marca blanca de alta calidad y han elaborado estrechamente con los fabricantes para asegurar que estos productos cumplan con los mismos estándares de calidad que los productos de marca reconocida.
Por otro lado, los supermercados son libres de utilizar aquellas estrategias de venta que puedan beneficiar tanto al consumidor como a la propia empresa pues lo que es seguro es, que ante las subidas de precios, los consumidores sueles ajustar su gasto o decidirse por las marcas más económicas.