Hay etapas de la historia que nos gustaría borrar para siempre. Dar marcha atrás e impedir que sucedieran. Por desgracia es algo que no es posible, por lo que el mejor antídoto para que no vuelvan a suceder es no olvidarnos.
Los años de la Alemania nazi, y todo el horror que derivó de esa época, son un claro ejemplo en este sentido. Una barbarie que sufrieron millones de personas y, entre ellas, 449 madrileños que fueron deportados a Mauthausen y otros campos de concentración y a los que el Ayuntamiento de la capital ha decidido rendir un merecido homenaje.
Se trata de un monumento en la plaza del Rollo del distrito de Centro, que ha sido inaugurado por el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, acompañado por el presidente del Pleno, Borja Fanjul, y los portavoces de los grupos municipales.
«Una ciudad como Madrid solo se puede construir sobre el recuerdo de todas aquellas personas que sufrieron la mayor barbarie entre las barbaries», ha señalado el regidor, a la vez que ha asegurado que «solo seremos mejores como sociedad si les tenemos en la memoria, el corazón y el recuerdo«.
En el acto, que ha contado con una ofrenda floral, han participado también la vicepresidenta de la Asociación Amical de Mauthausen y otros campos, Concha Díaz Berzosa, y el autor del conjunto escultórico, José Miguel Utande.
Un monumento eterno para honrar la memoria
El grupo escultural, situado tras la Casa de la Villa, lo integran cinco piezas de acero corten separadas. La escultura principal simboliza la Puerta de la Libertad y expresa el sueño compartido que anima a quienes levantaron este memorial. Junto a ella, se sitúan tres columnas denominadas Los Árboles de los Sueños, que simbolizan el calvario, en cuyos troncos figuran los nombres de los 449 madrileños deportados a Mauthausen y otros campos de concentración a partir de 1940.
Completa el conjunto un soporte sobre el que está inscrito el compromiso contraído por los supervivientes de los campos, contarlo al mundo para evitar su repetición, y que es conocido como Juramento de Mauthausen: «Sobre la base de una comunidad internacional queremos erigir a los soldados de la libertad caídos en esta lucha sin tregua, el más bello monumento: El mundo del hombre libre».