En la última década, los consumidores han experimentado un cambio significativo en sus hábitos de consumo, impulsados principalmente por el auge de la tecnología y las redes sociales. Hoy en día, los consumidores están más informados, conectados y empoderados que nunca antes, lo que ha llevado a un cambio en la forma en que interactúan con las marcas y en lo que esperan de ellas.
En primer lugar, la proliferación de dispositivos móviles y la conectividad constante a Internet han transformado la forma en que los consumidores compran. Ahora, los consumidores tienen más posibilidades y la capacidad de buscar información sobre productos, comparar precios y realizar compras en línea desde cualquier lugar y en cualquier momento. Según datos de IAB Spain, el 71% de los consumidores españoles utiliza el móvil para buscar información sobre productos y servicios.
Como resultado, las marcas han tenido que adaptarse a este cambio y asegurarse de que sus productos y servicios estén disponibles en línea y sean fáciles de comprar ofreciendo opciones de entrega flexibles. Los años de pandemia marcaron un antes y un después en los hábitos del consumidor, impulsado y consolidado los hábitos de consumo online. De hecho, según datos de Accenture, el 60% de los consumidores han aumentado su uso de canales digitales para comprar productos y servicios. Además, según datos de Salesforce, el 85% de los consumidores espera que las empresas ofrezcan una experiencia en línea igual o mejor que la que ofrecen en las tiendas físicas.
Además, la digitalización también ha tenido un impacto en la forma en que los consumidores se comunican con las marcas. Las redes sociales les han permitido interactuar directamente con las marcas y compartir sus experiencias de compra con otros. Las marcas que no están presentes en las redes sociales o que no responden a las preguntas o comentarios de los clientes corren el riesgo de perder la confianza y lealtad de sus clientes. Además, los consumidores están adoptando cada vez más un enfoque multicanal e inteligente al hacer compras, lo que sugiere que la digitalización está influyendo en la forma en que las personas compran.
Los consumidores buscan productos, pero también experiencias
De igual forma, el aumento de la personalización también ha tenido un impacto en la forma en que los consumidores interactúan con las marcas. Los consumidores esperan que las marcas les ofrezcan experiencias de compra personalizadas y relevantes, basadas en sus intereses y comportamientos de compra anteriores. Según un estudio de Salesforce, el 80% de los clientes dicen que la experiencia que una empresa brinda es tan importante como sus productos o servicios. De igual forma, el 57% de los consumidores están dispuestos a compartir información personal con las empresas si esto resulta en una experiencia personalizada y relevante.
Las marcas que no pueden proporcionar experiencias personalizadas pueden perder la oportunidad de crear conexiones más profundas y duraderas con sus clientes. Además, los consumidores de hoy en día no solo compran productos, sino que también buscan experiencias. Las marcas que pueden crear estas experiencias y comunidades tienen más probabilidades de atraer y retener a los consumidores. En este sentido, un estudio de PwC, señala que el 73% de los consumidores afirma que la experiencia de compra es un factor clave en su decisión de compra. De forma paralela, datos de Forbes indican que el 86% de los compradores estaría dispuesto a pagar más por una mejor experiencia de cliente.
Otro factor que ha cambiado la forma en que los consumidores compran es el aumento del interés por la sostenibilidad y el impacto ambiental de los productos que compran. Los consumidores de hoy son más conscientes de las consecuencias ambientales y sociales de sus decisiones de compra y esperan que las marcas hagan lo mismo. Por lo tanto, las marcas que no toman en cuenta estos factores y no ofrecen productos sostenibles o éticos corren el riesgo de perder la preferencia de los consumidores.
En resumen los consumidores de hoy en día están más informados, conectados y empoderados que nunca antes. Las marcas que pueden adaptarse a estos cambios y ofrece experiencias de compra personalizadas, sostenibles y relevantes tienen más probabilidades de atraer y retener a los consumidores en un mercado cada vez más competitivo.