Seguro que, en cuanto has leído este titular, se te ha venido a la cabeza la famosa canción de Ana Belén. Pues lamentamos decirte que, durante unos cuantos meses, solo vas a ver andamios. Aunque, eso sí, va a ser por una buena causa.
Y es que el Ayuntamiento de Madrid ha iniciado los trabajos para la restauración de la Puerta de Alcalá, Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial de la UNESCO como parte del Paisaje de la Luz.
Se trata de una ambiciosa intervención, de diez a doce meses de duración, que permitirá la consolidación estructural de los grupos escultóricos, la sustitución del plomo de la cubierta y el tratamiento de la piedra en todas las fachadas del monumento.
La realización de las obras implica la ocupación parcial de la rotonda de la plaza de la Independencia, cuyo perímetro será protegido con un vallado cerrado con lona. El impacto visual de esta será minimizado por la impresión de fotografías de los grupos escultóricos a gran formato que faciliten el acercamiento del monumento a los ciudadanos.
El pasado mes de noviembre el consistorio había informado informó de que el monumento sufría «distintos procesos de degradación» por los materiales usados en su construcción, por la climatología y por factores como su ubicación o intervenciones previas, por lo que precisaba «un proyecto de restauración y limpieza en profundidad».
Una actuación, por tanto, necesaria, que ya ha dado sus primeros pasos. En este sentido, la delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, ha señalado que «los trabajos han comenzado a buen ritmo, una vez realizados los trámites administrativos pertinentes, y esperamos que en unos meses la Puerta de Alcalá vuelva a lucir en todo su esplendor».
El actual equipo de Gobierno, en 2019, comenzó a diseñar un estudio para conocer cuál era su estado de conservación, pues hacía tres décadas que no se restauraba.
A finales de 2021, se concretaron esos estudios que han seguido metodologías aprobadas por las cartas y protocolos nacionales e internacionales de restauración y han utilizado la tecnología más avanzada, desarrollándose entre julio y noviembre de 2022 en la misma puerta.
A partir de los análisis, estudios y ensayos realizados se constató que el monumento presenta indicadores de deterioro que afectan en mayor o menor medida a su conservación y que serán contrarrestados con la intervención de restauración que ahora comienza.
Trabajos de restauración
La actuación se desarrollará principalmente en los grupos escultóricos, con la comprobación del estado estructural en el que se encuentran cada una de las piezas, saneado de anclajes metálicos, grapado de los elementos sueltos, eliminación de todos los morteros previos y sellado de las nuevas juntas.
Además de la comprobación del estado estructural en el que se encuentran cada uno de los grupos escultóricos, será levantada la cubierta de plomo para sanear los anclajes de las esculturas, rehacer sus pendientes y colocar una cubierta de plomo nueva, esta vez ventilada, que evite los procesos patológicos presentes en los grupos escultóricos, agravados por la cubierta actual.
Por último, en las fachadas de granito y los relieves presentes en las mismas que se encuentran arenizados, con desplacación y fractura, se realizará una intervención integral de restauración. El objetivo es detener el deterioro y asegurar que los elementos escultóricos de la fachada queden cosidos adecuadamente a la misma, al tiempo que se eliminarán los elementos degradantes y se protegerá la piedra de las futuras agresiones ambientales.
Por último, el Ayuntamiento ha subrayado que toda la intervención sobre el monumento llevará aparejada su control arqueológico y levantamiento documental, adecuándose a sus características y al entorno en el que se encuentra.