No está muy claro si es realidad o leyenda pero Babilonia, la antigua ciudad de la Baja Mesopotamia situada cerca de la actual ciudad de Hilla (Irak) estaba considerada como una de las siete maravillas del mundo antiguo por sus espectaculares jardines colgantes. Un vergel en medio de una gran urbe que la capital emulará, de una manera mucho más modesta, con la nueva medida que se ha incorporado a la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360: Calle 30 Natura.
La actuación, presentada por el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida en el Centro de Interpretación de Madrid Río, consiste en la cubrición de los muros de hormigón de la M-30 con grandes jardines verticales lineales. Una intervención que se enmarca en los compromisos del actual equipo de Gobierno de incrementar la infraestructura verde en la ciudad para contribuir a mejorar la calidad del aire y adaptar la capital al cambio climático.
«Este proyecto de renaturalización y regeneración de una vía tan emblemática» como la M-30 «permitirá mejorar nuestras políticas de sostenibilidad» que tienen por objetivo «hacer compatible el crecimiento de la ciudad con la mejora de nuestra calidad de vida y nuestra calidad del aire», ha subrayado Almeida. Una intervención, subraya, que «no es solo una mejora estética, sino una mejora medioambiental» ya que gracias a los sensores que se instalarán en los paramentos verticales se podrán adoptar medidas más eficaces para paliar la contaminación.
«Reverdecimiento» en varias fases
Calle 30 Natura supone una inversión de 30 millones de euros que se desarrollará por fases. Inicialmente, se va a llevar a cabo un proyecto piloto que comienza esta semana en la zona de la avenida de la Ilustración. Será en los muros de 400 metros de longitud de la M-30 que se sitúan entre la glorieta de Mariano Salvador Maella y la glorieta de Nueva Zelanda donde se va a implantar esta nueva masa verde. La segunda fase de Calle 30 Natura llegará en 2024, transformándose en vegetal 100.000 metros cuadrados de hormigón de la vía de circunvalación. Esta iniciativa pasa por la mejora ambiental de la vía, pero también visual, ya que la mancha verde que ganará terreno en la autovía acabará con las pintadas vandálicas que devalúan la imagen del municipio.
Tal y como apuntábamos más arriba, los jardines verticales llevarán incorporados sensores de contaminación que permitirán conocer cuál es la captación de contaminantes de los paneles, especialmente para las personas que viven cerca o utilizan el entorno como peatones. Por otro lado, para la instalación de estos jardines se emplearán especies de vegetación funcionales. Serán de alta resistencia, bajo consumo de agua y adecuadas para las condiciones del entorno. Estas pantallas vegetales contarán con un sistema de riego automatizado y monitorización para conocer las condiciones de los jardines en tiempo real y mantener la vegetación en estado óptimo.