Banca Privada de BBVA en España ha presentado sus previsiones económicas y de mercados para el año 2023, un año que parte con un buen pronóstico para los inversores, pero en el que aún debe imperar la prudencia, ya que persisten numerosos riesgos.
Los expertos explican que 2023 será el año de la recuperación de los mercados financieros mundiales, a pesar de presentarse todavía como un año muy complicado en cuanto a la actividad económica. La renta variable, por su propia naturaleza, tiene potencial para recuperar las pérdidas acumuladas en 2022 en un tiempo relativamente corto, mientras que las caídas de la renta fija necesitarán más tiempo para recuperarse, aunque el año 2023 será mucho más propicio para este activo de lo que ha sido 2022.
BBVA Research señala que el crecimiento de 2022 se ha revisado al alza en prácticamente todas las geografías y, por tanto, esto supone un mejor punto de partida para arrancar el año 2023, aunque los riesgos persisten. En el caso de España, el crecimiento para el próximo año se situaría en el 1,2% (desde el 1% anterior) y en 2024 se aceleraría hasta el 3,4%, una vez que se disipen algunas de las incertidumbres que afectan a familias y empresas.
Europa, Estados Unidos y China
En cuanto a Europa, Sonsoles Castillo, economista Jefe de Análisis Económico y Financiero en BBVA Research, anticipa que va más adelantada en el proceso de desaceleración económica por el efecto de la crisis energética, por lo que el PIB de la zona euro podría prácticamente estancarse en 2023 (-0,1%) frente al crecimiento del 3,2% en 2022.
En Estados Unidos, señala Sonsoles Castillo, la recesión técnica podría venir un poco más tarde (2T2023), inducida por la restricción monetaria necesaria para atajar la inflación, de manera que el crecimiento del PIB sería ligeramente positivo en 2023 (+0,5%) frente al 1,9% en 2022.
En China, por su parte, cabe esperar una aceleración del crecimiento en 2023 hasta el 5% desde el 3,6% en 2022. Si bien, hay riesgos a corto plazo en función del impacto que tenga el levantamiento de las restricciones ligadas a la política de covid-zero y las medidas de soporte al sector inmobiliario.
Así se comportará la inflación
En relación a la inflación, Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, también explica que parece haber tocado techo en Estados Unidos. Sin embargo hay más dudas en Europa, a la espera de que los próximos meses confirmen las primeras señales de disminución de la inflación que han empezado a observarse. El mejor comportamiento del componente energético explica esta moderación, aunque la disminución de la inflación subyacente va a ser más lenta.
En cuanto a la subida de tipos, Sonsoles Castillo anticipa que aún no han terminado, ya que queda algo de recorrido en la primera mitad de 2023. La Fed podría situar los tipos al 5%, mientras que el nivel de llegada del Banco Central Europeo se situará por encima de lo inicialmente previsto, claramente por encima del 3%. Por el contrario, las bajadas de tipos tardarán en producirse a pesar de la fuerte desaceleración del crecimiento.
Energía y petróleo
Asimismo, Álvaro Manteca, responsable de Estrategia, y Roberto Hernanz, responsable de Mercados de Banca Privada de BBVA en España, advierten que la evolución que puedan tomar las materias primas en 2023, sobre todo las energéticas, continúa siendo uno de los grandes riesgos de los próximos meses.
En este sentido, explican que buena parte de la espiral desinflacionista actual se basa en la caída que han experimentado los precios del petróleo y del gas natural. Para que la inflación continúe su tendencia descendente en los próximos meses los precios del petróleo deberían mantenerse en niveles alejados de los máximos que se registraron meses de verano.
Es probable que los precios del crudo continúen siendo elevados debido a factores como la posible reducción por parte de la OPEP del nivel de producción de petróleo, al estimar una caída de la demanda en 2023; los incentivos de la industria para aumentar la capacidad de producción que parecen limitados, en un mundo en el que los criterios ESG serán cada vez más importantes, o las dudas sobre el efecto que tendrá el tope de precio al petróleo ruso sobre la oferta mundial.
En este sentido, advierten de que uno de los grandes retos del 2023 será garantizar el suministro de gas y, a poder ser, con un nivel de precios que no erosione la competitividad de las economías europeas.
Evolución de los mercados
Respecto a los mercados, Álvaro Manteca explica que aunque la renta variable mejorará en 2023, será el año de la renta fija, que tiene potencial para superar el rendimiento de las bolsas. La caída en las tasas de inflación, la pausa de los bancos centrales y el estancamiento económico que se espera en 2023, forzarán caídas en las rentabilidades de los bonos, que tienen margen para recuperar buena parte de las caídas registradas en 2022.
Respecto a la renta variable, Roberto Hernanz asegura que la incertidumbre respecto al enfriamiento económico, sobre todo de la primera parte del 2023 nos aconsejan todavía mantener la calma a la hora de apostar con contundencia por la Renta Variable, pero no es menos cierto que el año será largo, y que a medida que se dibuje una inflación alta, pero tendencialmente a la baja, y sin la presión monetaria de mayores ajustes de los bancos centrales, será recogido progresivamente con alzas por el mercado.
Megatendencias
Los expertos aseguran que, aunque el año 2022 haya beneficiado a otros sectores y estilos de inversión, la inversión en megatendencias debe mantener un puesto de relevancia, ya que muchas de las tendencias identificadas están llamadas a experimentar un gran crecimiento en el futuro, y las empresas de estas temáticas tendrán previsiblemente una buena evolución en sus ventas y beneficios.
Asimismo, señalan que la inversión sostenible sigue siendo rentable y, además, presenta una rentabilidad ajustada a riesgo, por lo que una empresa que integre criterios de sostenibilidad en su estrategia estará mejor preparada que otras para lidiar con posibles crisis que impliquen riesgos reputacionales.
Por su parte, en relación al metaverso, los expertos explican que su desarrollo se encuentra en plena ebullición. Sin embargo, aunque el mercado del metaverso apenas llega a los 100.000 millones de dólares en la actualidad, se prevé que alcance un tamaño de 700.000 millones en 2030.