Aunque podríamos entrar en debate, que los niños tengan deberes para casa es beneficioso para su desarrollo intelectual. Sin embargo, suele ser una batalla dura de lidiar para los padres porque los más pequeños no entienden que tienen que hacer los deberes.

La educación es primordial para la buena y beneficiosa para el desarrollo intelectual y social de vuestros hijos, de manera que ayudar a vuestros hijos a hacer los deberes y animarlos es algo positivo.

Los niños que más rinden en el colegio son todos los que sus padres se interesan por sus deberes y tareas escolares, pues así demuestran a sus propios hijos que lo hacen porque es algo importante.

El problema es que los más pequeños no entienden porque deben irse a casa a hacer los deberes, en vez de estar jugando a fútbol, en el parque o divirtiéndose con sus amigos tranquilamente.

El trabajar con vuestros hijos, dedicarle el tiempo suficiente a sus tareas y sus dudas es muy importante tanto para ellos como para los padres. No obstante, ayudar a los hijos a hacer los deberes no debería implicar pasar miles de horas sentados en un escritorio. Los padres pueden ayudar a sus hijos explicándole los problemas, apoyándolo para que entiendan lo beneficioso que es.

LOS DEBERES ESCOLARES

Aquí os dejamos algunos consejos que pueden venir muy bien para ayudar a vuestros hijos a hacer las tareas y que ellos entiendan que deben hacer las tareas.

1. ESTABLECE UN ÁREA ADECUADA

Aunque parezca mentira, una de las cosas más importantes para que un niño haga los deberes y los trabajos es que tenga un entorno correcto para el desarrollo de estas tareas.

Tener un escritorio sin distracciones, con material escolar y un ordenador, puede ser lo mejor para que el niño haga los deberes cuando es necesario.

Sin embargo, es responsabilidad suya que el escritorio esté limpio y recogido, eso también es algo que debes enseñar a un hijo desde pequeño.

2. TENER UN HORARIO

Debes conocer bien a tu hijo. Cada persona tiene mejor rendimiento en un momento del día y eso es muy importante.

Tienes que conocer cuando trabaja mejor tu hijo, para hacer que en ese momento se ponga con todas las tareas y deberes que tenga.

Como padres, no se trata de poner horarios rígidos y determinados, sino ser un poco flexibles y adecuarse a lo que prefiere un poco el niño. Algunos trabajan mejor por la tarde, cuando meriendas y otros más hacia la noche.

3. SIN CASTIGOS

Las amenazas, los castigos o las órdenes son de lo peor para que tu hijo haga los deberes. No deben entender que las tareas del cole son un castigo o un aspecto negativo, porque será cuando los problemas aumentan en consideración.

Hazles entender que las tareas son muy buenas para que ellos crezcan, y en caso de necesidad, podéis utilizar la “recompensa”, pero solo de vez en cuando. Esta última opción solo utilizarla cuando veis que vuestro hijo está completamente cerrado para hacer los deberes. Podéis decirle cosas como “venga hacemos los deberes juntos y luego vemos un rato los dibujos animados”.

Es recomendable que este último consejo se utilice en pocas ocasiones si vuestro hijo entenderá que siempre que no quiera hacer algo puede conseguir chantajearnos de alguna forma para salir después con la suya.

4. ELOGIE SU ESFUERZO

Para los niños escuchar a sus padres hablar de ellos de manera positiva es muy importante. Ellos verán que están siendo reconocidos por sus padres y también, se sentirán importantes por sus padres.

Elogiarlos, animarlos y felicitarlos está muy bien. No obstante, algo que es muy habitual de los padres con los niños pequeños es hacerles regalos cuando hacen algo bien o sacan una buena nota en el examen. Esta segunda no es una acción favorable para vuestros hijos.

Está bien que los felicitéis, que os sintáis orgullosos de vuestros hijos y está bien que compartáis esa felicidad con vuestros hijos. Pero, los regalos cuando hacen algo bien es muy negativo para el desarrollo cognitivo de vuestros hijos. Puede provocar auto-exigencias o peor, pueden entender que el trabajo, siempre que se haga bien, tiene recompensas y regalos y, en el mundo de los adultos sabemos que las cosas no funcionan así.