Una gran mayoría de españoles hemos crecido con un clásico del cine de animación, la película ‘Robin Hood’, de 1973, producida por Walt Disney Productions.
Esta cinta cuenta la historia de Robin Hood, Fraile Tuck y Little John, tres amigos que viven en el conocido bosque de Sherwood junto con sus compañeros y que se dedican a robar a los ricos para devolvérselos a las gentes pobres de Nottingham.
Estos personajes se encuentran constantemente perseguidos por el Sheriff de Nottingham y sus hombres, los cuales se encuentran bajo las órdenes del avaricioso Juan I de Inglaterra. Este se apodera del trono, se convierte en un malvado tirano y sube, y sube, los impuestos a cantidades “imposibles” de pagar por sus súbditos.
En la historia real de Inglaterra el Sheriff de Nottingham fue William de Wendenal, un barón normando de finales del siglo XII que desempeñó sus funciones durante el periodo en el que el Rey Ricardo Corazón de León y que se encontraba en la Tercera Cruzada.
En España no tenemos el bosque de Sherwood pero sí que tenemos un presidente del Gobierno que bien podríamos llamar el ‘Sheriff de la Meseta Ibérica’. Un gobernante que, junto a su Ejecutivo, ha subido 52 impuestos obligando a los contribuyentes y sus familias a trabajar 211 días para intentar cumplir con sus imposiciones ficales.
Por suerte, en la Comunidad de Madrid tenemos a nuestra ‘Robin Hood’ particular, la misma que se dedica a bajar toda clase de impuestos para fomentar la economía y ayudar a las familias. Así, Madrid cuenta con el tramo autonómico del IRPF más bajo de España (8,5%) y con el impuesto de Patrimonio bonificado al 100%.
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones está bonificado al 99% para los descendientes, ascendientes y cónyuges y cuenta con bonificaciones del 25% para tíos, sobrinos y hermanos. La ausencia del pago del impuesto de Transmisiones Patrimoniales, el impuesto de Actos Jurídicos Documentados o los tributos propios en la Comunidad de Madrid hacen de la región la única autonomía del Régimen Común sin esta clase de impuestos.
Las distintas bajadas de impuestos acometidas desde 2004 han permitido un ahorro a los madrileños de 60.777 millones de euros. Esto supone una media de 17.620 euros por contribuyente.
Por eso la Comunidad de Madrid es la región que cuenta con los impuestos más bajos del conjunto de comunidades autónomas y la que registra una mayor recaudación. Fruto de su actividad y dinamismo, es la autonomía que más aporta al PIB nacional, con el 19,3%.
Desde que Isabel Díaz Ayuso es presidenta de la Comunidad de Madrid, el ahorro fiscal ha sido de 23.252 millones de euros, lo que supone una media de 6.700 euros por contribuyente. Por eso, Madrid ha pasado de ser la cuarta región en renta per cápita en 1980 a la primera.
Desde que la Comunidad de Madrid empezó su política de bajada de impuestos en 2004, el crecimiento del PIB regional hasta 2021 ha sido un 29%, 16 puntos por encima del crecimiento medio nacional (13%).
Ahora, parece que el ‘Sheriff’ esta “enfadado” porque los madrileños no le camelan y por eso castiga especialmente con “saña” a la Comunidad de Madrid en las inversiones de los Presupuestos del Estado.
La Comunidad de Madrid, con un 14% de la población española y generando más de un 19% del PIB recibe en los PGE de 2022 tan solo el 9,7% del total de las inversiones territorializadas (1.305 millones de euros), mientras que las inversiones en Cataluña alcanzan los 2.309 millones de euros (un 92% más que en Madrid), que suponen el 17,2% del total.
Madrid, por desgracia, es la cuarta región con menor inversión por habitante: 193,35 euros por madrileño; mientras, Cataluña recibe 297,45 euros por habitante y Valencia 250,97 euros.
En los tres Presupuestos diseñador por del ‘Sheriff’ Pedro Sánchez las inversiones en Madrid han crecido tan solo un 4,6% frente al 32,7% del total. Las regiones en las que más han crecido las inversiones del Estado han sido Navarra (84%), Asturias (80,8%), Comunidad Valenciana (71,5%) y Cataluña (71,1%), que son por casualidad las regiones donde gobiernan las “huestes” del Sheriff.
Los madrileños tenemos así dos alternativas: bajadas de impuestos, eficiencia y libertad, o al Sheriff (Sánchez), sus impuestos altos y el despilfarro desenfrenado.