La frase “he intentado pedir cita en el centro de salud, pero no me daban hasta dentro de dos semanas” se repite en las conversaciones de mi entorno y mucho me temo que en la mayoría de la población ya. Los centros de salud se han saturado ola tras ola de coronavirus. El impacto de la pandemia pudo ser inesperado en los primeros seis meses, pero nada justifica la falta de previsión de los siguientes. El COVID no es la única causa de su precariedad, la Atención Primaria sufría años de recortes previos. Amnistía Internacional ha lanzado una campaña con el lema “¿Quién más tiene que pedirlo?” pidiendo que se invierta el 25% del presupuesto de Sanidad en Atención Primaria (ahora no llega ni al 10%). Lo explican en www.defiendetusanidad.org con humor, pero también suena a hartazgo. Yo añadiría “¿Qué más tiene que pasar?”. El cansancio y el duelo de los sanitarios está llegando al límite, los recursos faltan. Ya basta de palabras y promesas de responsables políticos, de lo dicho a lo hecho hay un gran trecho. Avancemos pues de una vez.
Maria Luisa García de Aguinaga / Médico internista. Madrid