Ha sido uno de los tenistas españoles más importantes de todos lo tiempos. Aquel que, con su victoria en Wimbledon en 1996 (aunque ya antes había ganado tres Grand Slam, Roland Garros en 1961 y 1964 y el US Open en 1965) con la camiseta del Real Madrid, abrió el camino para que los Corretja, Moyà, Nadal o la última sensación, Alcaraz, sean historia de este deporte.
Hablamos por supuesto de Manolo Santana, orgulloso madrileño y gran embajador de nuestra ciudad que nos dejó en diciembre del año pasado, y que ya es Hijo Predilecto de la capital. Claudia Rodríguez, viuda del campeón, recibió de manos del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, esta distinción que el Ayuntamiento de la capital ha otorgado al tenista a título póstumo, en el marco de Mutua Madrid Open, torneo del que fue director durante 17 años para después pasar a ser su presidente de honor.
El título de Hijo Predilecto de Madrid recae en quienes hayan nacido en la villa, hayan destacado por sus cualidades personales o méritos señalados y, singularmente, por sus servicios de beneficio, mejora u honor de Madrid. Manolo Santana, sin duda, atesoraba muchas de ellas.
Este título viene a sumarse al palmarés de reconocimientos que acumula Santana, entre ellos, la Medalla de Oro de la Villa de Madrid, la Medalla de Oro al Mérito Deportivo, la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo y la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid.
Imágenes: Ayuntamiento de Madrid