Después de dos años de pandemia, las procesiones vuelven a salir a las calles del casco histórico de Alcalá de Henares esta Semana Santa, una celebración que en la ciudad tiene sus orígenes más remotos en los mediados del siglo XV y que vuelve, tras las restricciones, reconvertida en Fiesta de Interés Turístico Nacional, la única en la Comunidad de Madrid con esta catalogación.
Ecléctica y multitudinaria, con procesiones que reúnen a miles de personas y que son reflejo de las diferentes tradiciones traídas de otros lugares de España por la inmigración de los años 60, 70 y 80, la Semana Santa de Alcalá de Henares fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2019, pero esta será la primera semana de pasión en que podrá disfrutar de forma plena del título.
Entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección, 15 procesiones y vía crucis recorrerán este año las calles del casco antiguo de Alcalá de Henares, a cargo de 10 cofradías penitenciales, algunas con varios siglos de historia y, las más jóvenes, creadas hace apenas una década.
4.000 personas participan cada año en las celebraciones
En el reconocimiento de la Semana Santa de Alcalá como Fiesta de Interés Turístico Nacional, pesaron tanto la trascendencia social de la celebración -según la estimación del Ayuntamiento, cada participan en las celebraciones alrededor de 4.000 personas pero la estimación de la Junta de Cofradías es que el número de cofrades en la ciudad duplica esa cifra- como su historia.
“Como culto religioso hunde sus raíces en los momentos tras la Reconquista, y anteriormente a la Reconquista los mozárabes también celebraban la Semana Santa, pero el momento en que se empiezan a hacer procesiones externas, en las que se iba rezando, con disciplinantes que se iban fustigando a lo largo de la procesión, aunque sin figuras religiosas, es a mediados del siglo XV, con la llegada de los franciscanos a Alcalá, que introducen los via crucis”, indica a Efe el historiador Vicente Sánchez Moltó, cronista oficial de la ciudad.
Las primeras procesiones con imágenes en Alcalá se remontan a principios del siglo XVII, y “el hecho de que en los siglos XVII y XVIII se llegaran a celebrar hasta cuatro procesiones da cuenta de que la Semana Santa en Alcalá era realmente muy importante”, añade.
Como la de sus cofradías, a partir de entonces la historia de la celebración de la Semana Santa en la ciudad pasó por repetidas interrupciones, la última con motivo de la Guerra Civil y de “una posguerra que en Alcalá fue especialmente dura”; hasta que “a partir de mediados de los 80 hay un interés por recuperar la Semana Santa, y poco a poco ha ido creciendo, mejorando, ampliándose en número de procesiones, pasos y cofradías, y hemos llegado a un momento en que está perfectamente justificada esa declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional”, señala el cronista oficial.
Recuperar la tradición de Semana Santa
En este año tan señalado, Alcalá vive ya su Semana Santa con los balcones del casco histórico engalanados y sus calles decoradas con banderolas, con las plazas hoteleras prácticamente al completo y con una programación que además de procesiones y celebraciones religiosas incluye conciertos de bandas procesionales y una especial oferta gastronómica.
“Llevamos bastantes días de mucho trabajo, de muchos ensayos, de preparar la cartelería, preparar los pasos y las imágenes, de coordinar todas las procesiones en una ciudad con un casco histórico por el que todos queremos salir… Estos dos años de parón se han notado muchísimo, pero es algo muy bonito, lo vivimos con mucha ilusión”, señala a Efe Gregorio Manzanares, presidente de la Junta de Cofradías Penitenciales de Alcalá.
“La Semana Santa de Alcalá es una muestra de las mejores tradiciones de las cofradías de España, hay estilos procesionales muy heterogéneos, porque Alcalá también es una ciudad, como todas las que rodean a la capital, que se ha conformado con la llegada de ciudadanos de otras partes de España”, indica a Efe la concejala de Cultura de Alcalá de Henares, María Aranguren.
La edil destaca, además, que la Semana Santa de Alcalá se desarrolla “en la única Ciudad Patrimonio Mundial de la Comunidad de Madrid”, lo que la convierte “una Semana Santa única, no solo por los pasos y las obras de arte que salen a las calles, sino por el entorno en el que transcurren las procesiones”.