El nuevo montaje del músico madrileño, concertino de la compañía Yllana, recuerda en la Sala Roja el 9 de abril a su familiar muerto durante la pandemia. El repertorio que ejecuta un conjunto de ocho músicos alterna los temas propios del intérprete con otros de flamenco, rock, de música clásica o irlandesa.
Fusión de la tradicional puesta en escena de una banda de rock con un montaje teatral, Ícaro es el homenaje que un nieto, el violinista madrileño Jorge Guillén Strad, a su abuelo muerto durante la pandemia de coronavirus, que presenta en la Sala Roja de Teatros del Canal el 9 de abril.
Strad, el violinista rebelde, es el seudónimo elegido por Jorge Guillén para explotar su vena más díscola como violinista. De formación clásica, en 2018 creó una formación musical bajo este nombre con la que ha interpretado sus propias composiciones. Desde entonces ha ofrecido más de 300 conciertos y los espectáculos Mundos opuestos, Strad, el violinista rebelde y Confesiones, que ha compaginado con su puesto como violinista concertino de la compañía Yllana y su labor pedagógica como como director del centro de estudios musicales La Caja de la Música.
En este espectáculo, Strad cuenta con la colaboración de la compañía Yllana y de un equipo de escenógrafos, constructores y diseñadores que hacen posible la inesperada presencia de uno de esos aviones primitivos de principios del siglo pasado.
Ícaro se inspira en el fallecimiento del abuelo del violinista durante la pandemia. El nieto busca cumplir en el escenario, de una forma imaginaria, la voluntad de su abuelo: tener un avión. Paralelamente, el violinista presenta, junto a un grupo de siete músicos, los temas de su segundo disco, que lleva el mismo nombre de este espectáculo. La música alterna temas de rock and roll, flamenco, clásica e irlandesa con los del propio artista.