El Gobierno regional ha cumplido en dos años, el 60% de las medidas del Plan Terra, dirigido a potenciar el campo madrileño con proyectos y ayudas a los agricultores, ganaderos y la industria agroalimentaria. En concreto, como ha explicado la presidenta, Isabel Díaz Ayuso en Brunete, este viernes, se han invertido en esta primera parte más de 60 millones de euros.
La estrategia que se desarrollará durante toda la legislatura cuenta con una dotación de 100 millones de euros y más de 50 medidas para liberalizar el sector primario y reducir su intervencionismo. Cuando se hayan ejecutado las acciones en su totalidad supondrá una mejora en la competitividad y la productividad y de las casi 13.000 personas que se dedican profesionalmente a la actividad agraria.
“Nuestro compromiso con el mundo rural ha sido absoluto desde el primer minuto, lo es con los agricultores, con los ganaderos, pero también a la hora de digitalizar nuestros pequeños municipios y facilitar la vida a sus ciudadanos”, ha señalado la presidenta, destacando la importancia de “un transporte público de calidad y accesible para todos”. Por eso, ha explicado que los pueblos de la región siguen creciendo y en 2021 los 78 municipios con menos de 2.500 habitantes ganaron un 6% de población.
Menos burocracia y más ayudas
Entre las principales medidas que se han ejecutado destacan, en materia de simplificación normativa, la eliminación de las calificaciones urbanísticas en supuestos como la instalación de invernaderos o instalaciones móviles y se ha introducido la declaración responsable para las limpias, podas y aclareos de las fincas, con el fin de aligerar la burocracia en el sector.
Para mejorar la competitividad se han reforzado las ayudas a la modernización de las instalaciones agrícolas y ganaderas, por valor de 10,4 millones de euros, se han incrementado las ayudas al desarrollo rural un 30% para los años 2021 y 2022, que han facilitado para que se abran nuevos negocios y servicios en estas zonas y se han destinado más de 9 millones para fomentar las inversiones en infraestructuras agrarias de uso común en 91 municipios.
Además, se ha potenciado el cooperativismo, apoyando a agricultores y ganaderos para el acceso a la financiación a través de Avalmadrid y se ha firmado un convenio con Agroseguro para garantizar que el sector primario esté cubierto ante los riesgos que supone el trabajo del campo. Los beneficiarios reciben ahora de forma automática la ayuda de la Comunidad de Madrid en el momento en que suscriben la póliza de seguro y no a año vencido como ocurría antes.
En el área de la formación se han activado ayudas para la incorporación de jóvenes agricultores al campo madrileño, por un valor total de 3,8 millones. Gracias a ellas, se ha duplicado el número de ellos que se han instalado en los dos últimos años. Asimismo, se ha puesto en marcha Agroasesor, un servicio técnico y especializado de asesoramiento personalizado para los agricultores y ganaderos madrileños. En un año, el Gobierno madrileño ha atendido más de 600 consultas y seguimiento de casos.
Protocolos de colaboración y campañas
Para el impulso de nuevos canales de comercialización se han suscrito protocolos de colaboración con grandes superficies y el canal HORECA con el fin de abrir nuevas vías para introducir los alimentos de Madrid con lineales y zonas específicas; además de campañas de comunicación para apoyar a los productos locales con una inversión de 700.000 euros y la presencia en congresos y foros internacionales.
Con el Plan Terra también se avanza en materia de sostenibilidad fomentando la I+D+i y la implantación de sistemas de producción que combinan técnicas tradicionales con otras innovadoras, basadas en la agricultura de conservación o la ecológica. Por ello, destacan los 2,3 millones de euros de ayudas dirigidas a este fin y la potenciación de las razas autóctonas a través de testajes.
El objetivo es pasar de cultivar en estas fincas de 6 a 25 hectáreas, con lo que el Gobierno regional incrementaría la producción anual de maíz de 72.000 kilos a 300.000. Con ello podrá, según estimaciones de la Comunidad de Madrid, alimentarse a 2.000 vacas o 6.000 ovejas durante 100 días. Además, el Plan Terra tiene como una de las medidas pioneras el Erasmus Agrario, programa cuyo objetivo es impulsar el desarrollo rural y social, y el relevo generacional en el campo.
Ayudas directas, donaciones de cultivo y formación para incrementar la producción de aceite
La presidenta también ha anunciado un paquete de medidas para aumentar la producción de aceite de oliva en la región, que contará con una inversión anual de 1,3 millones de euros, y contempla desde ayudas directas para superficie plantada como nuevas plantaciones, hasta donaciones de cultivo y formación para los agricultores.
Para paliar los efectos que está provocando tanto la invasión de Ucrania por parte de Rusia como la huelga de transportes en algunos productos de primera necesidad como el aceite de girasol, y ahora el de oliva, esta acción contempla cinco medidas divididas en cuatro bloques con el fin de incrementar la capacidad productiva de este alimento.
Para ello, Díaz Ayuso ha explicado que se crearán dos nuevas ayudas directas para los agricultores: una que contemplará la superficie de olivo tradicional cultivado y la otra para incentivar las nuevas plantaciones. También habrá una subvención específica para modernizar la maquinaria que se usa para esta plantación y que permita incrementar su producción y reducir los costes.
Además, se donará a los agricultores plantones de olivo autóctono que es más resistente al clima, consume menos agua y no se encuentra en los viveros y, por último, se formarán a los agricultores, a través del servicio Agroasesor, en técnicas que mejorarán la producción del olivar tanto en manejo como en el uso de la maquinaria. El sector olivarero regional produce, actualmente, una media de entre 4 y 6,5 millones de kilos de aceite.
Todas estas medidas se unen al anuncio que Díaz Ayuso hizo la semana pasada para paliar los efectos que está provocando la huelga de transportes en algunos productos de primera necesidad y multiplicar por cuatro la producción de maíz en las fincas que tiene el IMIDRA en Arganda del Rey y Aranjuez, ante una posible falta de suministro.