Cultura Commodore ha presentado este jueves el primer estudio de la obra literaria del poeta y periodista Ángel Antonio Herrera (1964), que ha llevado a cabo el profesor de lengua y literatura española Diego Vadillo y que lleva por título Ángel Antonio Herrera y la alucinada sínquisis (Manuscritos, 2021), y que ha contado en su puesta de largo con el periodista y escritor David Felipe Arranz y el propio Ángel Antonio Herrera.
Arranz ha abierto el desayuno refiriéndose a Ángel Antonio Herrera como “el mejor columnista que hay en España en estos momentos y el heredero natural de Umbral”, ya que en sus columnas hace “poesía del periodismo”: “en esta vorágine hacer prosa poética de la noticia, de la crónica urgente y reposo de la prisa informativa es algo heroico de lo que todos debemos aprender y que solo saben hacer los grandes maestros como Ángel”, ha señalado, tras puntualizar que “Herrera dignifica siempre la crónica social y lo rosáceo”.
Para Vadillo la obra del autor es un “viaje deslumbrante por los senderos de la metáfora neológica y la sintaxis alterada” y ha definido su estilo como de “prosa achulapada”, propio de un “afinado cronista que maneja el castellano con delicadeza y con gusto, así como su poesía es discriminadamente fantástica y su sintaxis está trabajada con la pericia de orfebre, gracias a lo cual su sello es reconocible, alcanzando a veces cotas propias de un Gabriel Miró”. Su abundante obra poética y prosística es, en opinión del autor del ensayo filológico, “una excusa para expeler belleza a discreción”.
La retórica clásica del término ‘sínquisis’
Vadillo acude a la retórica clásica con el término “sínquisis” o mixtura verborum (grado extremo de confusión sintáctica que, conjugando hipérbatos y anástrofes muy complejos, provoca una total dislocación de la estructura) a fin de definir la esencia y singularidad de la escritura de Herrera, a la que considera “alucinada” por su intención dedeslumbrar y provocar al lector. Este recorrido por tres de las facetas de Herrera –columnista, poeta lírico y poeta en prosa– muestra cómo su escritura está hecha de “trasvases” de sus hallazgos poéticos a la columna periodística o al ensayo. Como en su día escribiera Francisco Umbral, “Angel Antonio Herrera ha hecho las dos carreras: la del periodismo canalla y la del lirismo exquisito”.
En su intervención, tras dar las gracias a sus acompañantes, Ángel Antonio Herrera ha señalado que el del libro “es un regalo completamente insólito que recoge claves de mis libros que suscribo violentamente”. También se refirió a su afán en su trabajo como periodista porque la página “sea de escritura y no de redacción” en el sentido de “encerrar el universo en un diamante”.
Con respecto al uso de la metáfora, ha indicado cómo “he procurado llevarme el hallazgo de las metáforas, de su iluminación, a la prosa, porque la metáfora es de una riqueza insondable que está más cerca del aforismo, y que, si se administra bien, se convierte en un broche de belleza o en un estallido de dinamita”. A continuación, ha hablado de su linaje de influencias, en el que descuellan Quevedo, Valle-Inclán, Ramón Gómez de la Serna y Francisco Umbral.
Arranz ha intervenido para abrir el debate sobre si se le debe pedir al columnista, al cronista y al periodismo español en general más nivel cultural y estilo, a lo que Herrera contestó que a él, como lector, siempre le sedujo aquel que escribía bien: “creo que el que escribe bien siempre tiene razón”, ha argumentado, “porque el columnismo puro y duro es la aristocracia de la prensa, alternando siempre la rosa y el látigo, la hebra literaria y la mala leche, porque si no, aburre: conviene siempre dejar al final un ramo de dinamita”. Finalmente, ha hecho pública su fórmula “secreta” del articulismo: “en el artículo hay que quemar un soneto, una noticia y un ensayo: esa es la fórmula tan secreta y no tan secreta, porque como diría Umbral, la columna es el soneto del periodismo”.
Cultura Commodore
Cultura Commodore, a través de su programa de actividades, renueva así de la mano del Grupo Casa Remigio un espacio simbólico que ha sido lugar de encuentro y diálogo cultural, escenario obligado durante décadas en la historia reciente de España. Además, con carácter anual, se volverán a celebrar los Premios Commodore, que establecen siete categorías: Narrativa, Poesía, Teatro, Cine, Periodismo, Música y Talento joven, y que se fallarán en junio de 2022.