En algo menos de dos meses cumpliremos dos años desde la declaración del primer estado de alarma y, por tanto, de la entrada «oficiosa» del coronavirus en nuestras vidas. Todo ha cambiado desde entonces; la mascarilla sigue siendo un complemento más que no debemos olvidarnos al salir de casa y nos hemos acostumbrado a lidiar en nuestro día a día con situaciones que hace no demasiado eran inimaginables.

También es cierto que, dependiendo del país o, incluso, de la región dentro de un mismo territorio nacional, la gestión de la situación ha sido muy diferente, por no decir antagónica. De este modo, a fecha de publicación de este artículo, en Cataluña sigue vigente un toque de queda y en la Comunidad de Madrid o Castilla y León las restricciones son prácticamente testimoniales.

También durante la Navidad, una de las épocas más importantes para hostelería, en algunas comunidades se optó por el cerrojazo ante la ola de contagios pero en otras como, de nuevo, Madrid, se decidió tomar como parámetro el número de hospitalizaciones, algo mucho más fiable a la hora de aplicar mano dura, y optar por seguir con la vida normal, aplicando un paquete muy limitado de recomendaciones. Casi tres semanas después de esas entrañables fechas, la «sexta ola» se ha comportado del mismo modo en todos los sitios, con límite de aforos o sin ellos, con Covid-Pass o sin él.

En la Comunidad de Madrid se ha optado, por tanto, por conjugar la salud no solo con la economía, que también, sino con algo tan importante como es el ocio y tiempo libre de los ciudadanos. El planteamiento de salir de casa solo para trabajar y no tener ningún otro tipo de aliciente fue efectivo en el primer estadio de la pandemia, pero actualmente es algo medieval. Quizá por todo esto la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha recibido en los últimos meses un sinfín de premios y galardones en los últimos meses en reconocimiento a su manera de llevar la crisis sanitaria.

De Leganés a Italia

Solo este lunes, la líder popular recibió en la Real Casa de Correos el Premio de Honor de la Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid–ASEME y el premio «Recicla la Noche«, otorgado por la Asociación de Empresarios de Ocio Nocturno de la Comunidad de Madrid. Dos galardones entregados, por supuesto, como reconocimiento a su gestión y su apuesta por no acabar de romper el desgaste que ha dejado la Covid-19 en el tejido empresarial.

También a nivel local, Ayuso ha sido distinguida por varios Ayuntamientos y asociaciones en varias ocasiones por este mismo hecho. Dos ejemplos cercanos son el recibido a manos del Ayuntamiento de Leganés y UNELE (Unión de Empresarios de Leganés), o el que le entregó la Asociación de Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Colmenar Viejo. En este último caso, habló de una de las máximas que ha respetado todo este tiempo, reconociendo el “esfuerzo realizado entre todos, especialmente desde la sociedad civil, y al lado de una Administración, que ni tutela ni dirige, que simplemente acompaña a todos los ciudadanos en sus decisiones”.

Asimismo, esta gestión no solo fue portada en España, sino que traspasó fronteras y sirvió como ejemplo en varios países de nuestro entorno como ejemplo de conciliación entre salud economía.

No cerrar la hostelería, permitir a los comercios permanecer abiertos… Una serie de decisiones que hoy se han demostrado perfectamente válidas y que, como decimos, también fueron reconocidas fuera de nuestro país. Sucedió durante su gira en EE.UU. del verano y también en Italia, recibiendo en la ciudad italiana de Milán el premio Llama de la Libertad, concedido por el Instituto Bruno Leoni, reconociendo precisamente esa labor.

Pero el mejor premio para Ayuso fue, sin duda, la respuesta de los madrileños en las urnas en las elecciones anticipadas del año pasado. Fue la mejor manera de decir que la gente quiere trabajar y recuperar el control de sus vidas. Quién sabe, quizá todo empezó con la pizza Madonna Ayuso, el plato que la cadena madrileña Pizzart presentó en marzo del año pasado como gesto para agradecer a Ayuso su apoyo al sector.

Imagen portada: Comunidad de Madrid