El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha afirmado en los últimos días que el reparto de los fondos europeos a las comunidades “es clientelar y puede llevar “a la corrupción”. El Partido Popular de esta manera, ha acusado al Gobierno de distribuir “a dedo” el reparto de los fondos europeos por intereses de clientelismo político.
La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció hace unos pocos días un recurso ante el Tribunal Supremo contra el primer reparto de los fondos europeos a las comunidades autónomas, donde se perjudica claramente a la Comunidad de Madrid.
Pues si Señores, Villar del Río es, en la película de Berlanga “Bienvenido Mr. Marshall”, un pequeño y tranquilo pueblo castellano en el que “nunca pasa nada”, que podría ser muy fácilmente nuestra España actual en su conjunto, (aunque en nuestros tiempos siempre, cada día hay nuevos escándalos del gobierno central). Sin embargo, el mismo día en que llegan la “famosa” cantante folclórica Carmen Vargas, de cuyo papel podría hacer con gran “arte y salero” nuestra ministra de economía Doña Nadia Calviño y su representante, el gran Manolo Morán, que tiene un gran poder de convicción y labia, como nuestro presidente del Gobierno el Sr. Pedro Sánchez.
Pues bien, su comprometido y entusiasta alcalde (el gran actor, Pepe Isbert), que podría representar al conjunto del pueblo español del año 2022, recibe la noticia de la inminente visita de un comité del Plan Marshall a su municipio o en la actualidad, de la Comisión Europea y de los Fondos Europeos.
La noticia provoca un gran revuelo entre las gentes, que se dispone a ofrecer a los “generosos americanos” un recibimiento muy muy especial.
Villar del Río, es decir España comienza los preparativos para impresionar a los visitantes estadounidenses en nuestro tiempo la UE, con la esperanza de obtener ayudas e inversiones bajo el “Plan Marshal” ahora Fondos Europeos.
En la “obra maestra” de la película de Berlanga, esperando demostrar el lado más “amable” de la cultura española con la cual los visitantes estadounidenses están familiarizados y acostumbrados, los ciudadanos se atavían de trajes típicos andaluces (algo poco común en la Castilla Tradicional), contratan un famoso intérprete de flamenco y redecoran su pueblo según la estética andaluza.
El empresario de flamenco quien pasó tiempo en Boston, en esta “colosal obra maestra del cine”, es un “gran vendedor de humo” como también lo es nuestro presidente Sánchez”, así que aconseja a los residentes del pueblo pensar qué les van a preguntar y solicitar a los estadounidenses.
Así que, el alcalde convencido, también convoca a todos los ciudadanos del pueblo, para solicitar una cosa que necesiten a los “ricos y generosos” americanos.
La película acaba, con la llegada del gran día soñado de la visita de los estadounidenses y todo el pueblo está preparado con una banda de música para recibirlos. Sin embargo y por desgracia para Villar del Río y sus habitantes y cuestión que le puede suceder a España, si los fondos europeos no se gestionan correctamente, que la caravana en la que venían los (estadounidenses- fondos europeos) pasaran rápidamente por el pueblo sin detenerse ni ofrecer ayuda alguna a nuestra economía.
Los residentes del pueblo muy frustrados y desanimados tienen que retirar las decoraciones, adornos y pagar los gastos con sus pertenencias personales. Finalmente, el pueblo vuelve a la normalidad y el día en el que los americanos pasaron de largo de Villar del Río quedara olvidado para siempre.
Esperemos y deseamos que esta ingeniosa y satírica historia nunca nos acurra a los españoles del año 2022 pero es lógica, la preocupación de nuestros ciudadanos y empresarios, acerca de la gestión y ejecución que Sánchez y su Gobierno harán de los 140.000 millones de euros, sumando subvenciones y créditos de los fondos europeos de Recuperación y Resiliencia que recibirá nuestro país, con criterios tan pocos trasparentes, no supervisados, ni auditados por actores e instituciones independientes y tan discrecionales en el reparto.
Por todo eso y mucho más… así, así, no es bienvenido Mr. Sánchez.