Agentes de la Policía Nacional han desarticulado la rama española de una organización criminal transnacional que se dedicaba a favorecer la inmigración ilegal de ciudadanos bangladesíes. Tres personas han sido detenidas, dos en Alicante y una en Madrid, ingresando uno de ellos en prisión.
El traslado migratorio completo desde Bangladesh a España duraba más de un año. La organización a la que pertenecían cobraba una media de 12.000 euros a cada migrante por el itinerario hacia España, estimando unos beneficios que podrían ascender a millones de euros.
Implicados en siete homicidios
El entramado criminal al que pertenecen los arrestados está presuntamente implicado en, al menos, siete homicidios, siendo responsable de organizar distintos episodios migratorios clandestinos vía marítima desde Marruecos a España, utilizando embarcaciones no aptas para las navegaciones transatlánticas.
Los miembros de la organización criminal estaban asentados en Bangladesh, India, Mali, Dubai, Argelia, Marruecos y España. Uno de los cabecillas de la organización se encontraba en la ciudad de Madrid, donde facilitaba al tráfico de personas de origen bangladesí hacia España. Gestionaba la recepción de los migrantes tras cruzar de Argelia a Marruecos de forma clandestina, después de ser asistidos por los pasadores de la organización. También se encargaba del alojamiento de los migrantes en una red de pisos ubicados en Fez, Tánger y Rabat, así como del cruce de embarcaciones desde Marruecos a España.
La organización cobraba una media de 12.000 euros a cada migrante por el tránsito hacia el destino. De esta cifra, 5.000 euros correspondías al cruce de Marruecos a España utilizando embarcaciones, cantidad que retenía el colaborador asentado en Madrid a cambio de un porcentaje de la misma. Se estima que los beneficios obtenidos por la red criminal, establecida en todos los países de la ruta migratoria entre Bangladesh y España, podrían ascender a millones de euros.
La investigación de la Policía Nacional
La operación policial ha logrado desarticular la rama española y marroquí de la organización criminal transnacional y ha quedado acreditada su gran capacidad operativa, estabilidad y permanencia en el tiempo, así como su alto nivel de implantación en todos los países involucrados en la ruta. El operativo policial ha culminado con tres detenidos en Alicante y Madrid por los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y delito de homicidio.
Los investigadores han constatado que el jefe de la rama española y marroquí de esta organización criminal transnacional había abandonado España justo después del hundimiento de la embarcación, poniéndose así fuera del alcance de las autoridades españolas. Durante este tiempo permaneció en Dubai y Marruecos, siendo localizado en el mes de octubre por los investigadores de Alicante precipitando que se culmine la investigación.
Asimismo, se ha realizado una inspección en un local del distrito de Lavapiés en Madrid y se han intervenido cuatro teléfonos móviles, un ordenador, 15 000 euros en efectivo, una máquina de contar billetes y diversa documentación relacionada con la investigación.
Naufragio del 26 de noviembre de 2019
Gracias a la investigación, los agentes han constatado que la red criminal a la que pertenecían estuvo presuntamente implicada en el naufragio acaecido el 26 de noviembre de 2019 por el que fallecieron varias personas. Partiendo de Nador en una embarcación muy pequeña en proporción a su ocupación la cual presentaba deficiencias visibles por lo que los integrantes de la organización golpearon con palos y amenazaron a punta de cuchillo a los migrantes para que estos subieran a la embarcación, doblegando así su voluntad.
Una vez en ruta con destino a España, el motor dejó de funcionar y la embarcación antes mencionada comenzó a hundirse. Fallecieron migrantes de origen subsahariano y de Bangladesh y sus cuerpos fueron arrojados al agua. Las embarcaciones no cumplían las mínimas condiciones de seguridad, dado que los miembros de la organización no facilitaban chalecos salvavidas, haciéndoles entrega únicamente de cámaras de aire de color negro deshinchadas sin preocuparse de si sabían nadar.