Entrevistamos al grupo Solo Carmen, formado por cuatro músicos barceloneses. Hace unas semanas lanzaban el álbum ‘Autocomplacencia’; autoeditado por la propia banda y sujeto al indie pop como estilo característico pero sobre todo, lleno de algunos sentimientos encontrados que todas las personas vivimos a diario.
-Antes de nada, es necesario ponernos en contexto y saber cómo surge Solo Carmen.
Solo Carmen surge más o menos en 2018. Empezamos un par de amigos que habíamos tocado antes y coincidido en Estados Unidos, formando un pequeño grupo allí. Luego nos volvimos a ver en Barcelona, por lo que decidimos montar algo escuchando la música que nos gustaba… y comenzamos a buscar gente. Encontramos un batería, que es el chico que tenemos ahora mismo; este trajo a un bajista, Pablo, que también sigue. Más tarde tuvimos que cambiar de batería y entró Jeremy a tocar con nosotros. Empezamos a hacer canciones juntos, eso sí, un poco imposición mía (Víctor de los Santos); yo quería cantar en castellano, me gustaba más. Nos pusimos a escribir música en español. Lo bueno de todo es que somos cuatro personas que poseemos un estilo propio dentro de la música que nos apasiona, por lo que fuimos creando. Finalmente todo ello ha culminado en el lanzamiento de nuestro primer ‘bebé’, que es el disco que acabamos de sacar.
-¿Cómo nace ‘Autocomplacencia? ¿De dónde proviene el nombre del álbum?
Después de mil debates sobre cómo llamar el álbum, teníamos muchas ideas, pasaron muchos nombres, incluso hasta uno de los títulos de las canciones del disco. Buscamos algo bonito, que nos llamara la atención, por lo que al final había una palabra (Autocomplacencia), que aparece en la canción Picos nevados. Es un título que define muy bien lo que es el álbum; tiene un punto irónico porque no somos autocomplacientes, que realmente es lo que queremos demostrar.
-¿Qué os hizo decantaros por un estilo, quizá poco conocido, como el Indie Pop eufórico?
Es algo que salió, no tuvimos una idea de ‘vamos a hacer…’. Un término (‘eufórico’) que se inventó un amigo nuestro y que acertó de lleno, concepto que apareció después de la grabación del disco. Al inspirarnos unos a los otros iba saliendo un estilo de música energética, con letras melancólicas pero con mucha fuerza. Sincronización perfecta entre todos los miembros de nuestro grupo, algo que nos hace sentir muy cómodos a la hora de cantar, al tocar la guitarra; ‘siempre acabamos muy arriba’.
-En este sentido, ¿tenéis algunas referencias de las que os hayáis guiado y así os hayan ayudado a definir vuestras intenciones en este álbum?
Realmente, nunca hemos tenido a ningún grupo que hayamos dicho: ‘queremos sonar como esto’. La verdad es que si tenemos semejanzas podríamos decir que ha sido más por coincidencia que por guía. Evidentemente, cada uno del grupo tiene sus propias referencias; Jeremy por ejemplo es mucho más rockero, le gusta mucho el hard rock…, se nota en cómo toca la batería. A Benito le flipa Radio G; a Pablo, que es el bajista, le encanta cualquier grupo que no sea famoso, grupos con mucha calidad. Yo quizás soy mucho más ‘popero (pop)’, de grupos que lo petan aquí en España. Por ello, nuestro productor nos ha ayudado a cómo queríamos sonar, fijar un sonido. Tenemos un toque de mucha guitarra, muchos chorus, un punto ochentero. Básicamente ha sido a ver cómo sonamos y qué nos gusta, seguir explorando. Al final es lo que consigues que la gente diga: ‘joder, esto es Solo Carmen’.
-¿Qué me dices del hecho de haber podido trabajar con un gran productor como Carlos Hernández?
Un sueño hecho realidad. Yo lo seguía en Instagram. Antes de que sucediera todo, ni siquiera se me pasó por la cabeza que pronto trabajaríamos con él. Cuando nos surgió la oportunidad, dudamos muy poco, ya que para nosotros es un referente. El proceso fue maravilloso, una semana de grabación perfecta, con una complicidad, con un cariño…; una experiencia inolvidable. Nos encantaría repetir, hemos aprendido a sacar sonidos. Nos ha quitado tonterías sobre la música, nos hemos reído un montón…es una inspiración, un sueño. De hecho, una de las canciones del álbum, Un buen final, en cierto modo es un homenaje a él.
-Al escuchar este disco, te das cuenta que hay una idea bastante clara que queréis transmitir. ¿A qué os referís cuando hacéis una descripción de este álbum como una invitación a vivir en un estado de euforia permanente aderezado con píldoras de nostalgia…?
Es un álbum que refleja muy bien lo que pasa por nuestra cabeza a diario. Nadie vive en un estado de euforia constante, existen los altibajos. La euforia, si fuera permanente, no la valoraríamos. Esa parte de euforia se define en muchas canciones del álbum, y otras transmiten que no estamos en ese punto alto constantemente. Por eso luego acabas disfrutando todo muchísimo más.
Hablamos de sentimientos; esa persona a la que echas de menos, a la que sientes que se está acabando. También nos relevamos en contra de los sentimientos negativos, contra estancarnos, eso de la ‘Autocomplacencia’ (el nombre del disco). Una rebelión contra eso, es decir, queremos seguir, queremos avanzar, seguir capturando metas sin olvidar el pasado, así ayudarnos a gestionar lo que nos duele.
-Si no me equivoco, ya estuvisteis elaborando otros proyectos pero nunca uno tan largo como este. ¿Qué esperáis de `Autocomplacencia´?
Habíamos sacado antes dos canciones, Festival y Ejércitos. Éstas definían un poco la dirección a la que queríamos ir, pero nunca tuvieron la conexión que tiene este disco. Entonces al final lo que queríamos es mostrar lo que podemos ser, lo que es ‘Solo Carmen’. Que el público tenga acceso a nuestras canciones, que nos puedan escuchar. Un poco de ambición: que nos abra puertas, que consigamos hacer conciertos. La puerta de entrada para poder seguir haciendo más música y conseguir inspiración para no parar de componer y continuar creando nueva música.
-En Barcelona habéis dado comienzo a vuestra gira. ¿Qué tal os fue esa aparición? ¿Cómo lleváis los preparativos de los conciertos que tenéis concretados hasta ahora?
El concierto de Barcelona fue el lanzamiento de la gira, estuvo increíble, es cierto que jugábamos en casa, pudo venir gente que ya queríamos, pero también vino gente que no nos conocía. Toda la energía que nosotros traíamos, el público traía cincuenta veces más y eso hizo que nos la contagiara, una explosión; todo el mundo cantando, saltando, una conexión con el público indescriptible. Ahora bien, entendemos que el concierto de Barcelona no va a ser la referencia para el resto de esta gira. Vamos a Madrid, a Granada, Zaragoza, Almazán, Alicante, etc. Por lo que seguramente, como no jugamos en casa, no tenemos las mismas expectativas, aunque por supuesto vamos a poner todo lo que esté en nuestras manos para que la gente se lo pase bien. Pero bueno, asumiendo que el de Barcelona fue una pasada, nos sirve como ejemplo en lo que tenemos que transmitir en cada concierto al que vayamos, así que allá vamos con esa energía, con el objetivo de atrapar a aquella gente que no nos conozca para que se lo pasen muy bien.
Por último, nos encantaría que nos contara alguna anécdota sobre algunas de las canciones de vuestro disco.
La canción de La Dimensión extraña, es una letra que escribí junto a un amigo al principio de todo, antes de que existiera Solo Carmen. Él hacía música y yo iba escribiendo letras, fue ahí donde creamos esta canción. Lo que habíamos compuesto era algo triste, un ritmo bastante lento. Después de unos años, un día que estábamos todos reunidos haciendo limpieza de numerosos audios que teníamos, la encontré, empezamos a cantar el estribillo y a introducirle nuestro estilo más eufórico, más rockero, y se convirtió para todos en una de los temas más cañeros que posee este álbum.
Imagen portada: Beatriz Durán Balda