El proyecto de regeneración urbana Madrid Nuevo Norte cambiará la fisonomía de la zona de la estación de Chamartín y, dada su envergadura, afectará al resto de la ciudad y de la región. No solo, como decimos, porque dibujará un nuevo ‘skyline’ en la capital, sino porque su apuesta por la sostenibilidad cambiará la manera de concebir muchas rutinas de cara al futuro. Entre ellas, la movilidad urbana.
Porque el objetivo del Gobierno regional es que el el 80% de los viajes que se lleven a cabo en Madrid Nuevo Norte sea cero emisiones. Un nuevo modelo de ciudad en que “la movilidad inteligente y sostenible será el rasgo diferenciador”, como anunció la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, durante el reciente IV Foro Corell de movilidad sostenible.
En este sentido, ya hay prevista la instalación de una extensa red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos, similar a la que este mismo año estará disponible en la Ciudad de la Imagen de Pozuelo de Alarcón, y que será la mayor electrolinera de España. Además de la de Madrid Nuevo Norte, el Ejecutivo autonómico identificará otros cuatro emplazamientos en la región para proceder a la instalación de esta infraestructura.
“Nuestro compromiso con los ciudadanos pasa por , señaló la consejera
La consejera se ha marcado el objetivo de «avanzar en la eficiencia y la digitalización del transporte, compatible con la libertad individual y orientado hacia una economía baja en carbono que gane en competitividad», meta para la que la Comunidad de Madrid seguirá incentivando la adquisición de vehículos cero emisiones, tanto para profesionales como para particulares, así como el incremento del porcentaje de estos modelos en la flota institucional.
También hizo referencia al Programa Moves III, dotado con 53 millones de euros y activo en la región desde julio, por el que los madrileños obtienen ayudas de hasta 9.000 euros en la compra de coches sostenibles y para la colocación de puntos de recarga. Estas subvenciones se suman a los bonos ambientales que ofrecen 1.250 euros para el uso del car o motosharing a cambio de achatarrar vehículos particulares de más de diez años de antigüedad o que no tengan el distintivo medioambiental.