Un dispositivo especial de limpieza recogió de la Dehesa de Navalcarbón 4.740 kilos de desperdicios de diversa naturaleza durante la mañana del pasado lunes 22 de noviembre. Para ello, desde la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Las Rozas se movilizaron 74 efectivos de los servicios de limpieza, apoyados por 14 vehículos.
La mayor parte de los residuos recogidos, en lo que a peso se refiere, correspondió a escombros y basuras de distinto tipo. En total se recogieron 2.740 kilos de estos residuos, mientras que los otros 2.000 kilos corresponden a restos vegetales abandonados en esta zona.
«Basuraleza»
“Dentro de nuestro plan de acción de Medio Ambiente estamos poniendo en marcha diferentes iniciativas para actuar en las magníficas zonas naturales de Las Rozas, recogiendo de forma exhaustiva basuras y otros restos enmarcados en lo que últimamente se ha dado en llamar ‘basuraleza’.
Era uno de los requerimientos que se incorporaron en el último contrato de recogida de residuos sólidos urbanos, limpieza viaria y mantenimiento de zonas verdes y naturales, y ya está dando sus frutos”, declaro al respecto de los trabajos desarrollados el alcalde de Las Rozas, José de la Uz.
Limpieza de 6 arroyos y 8 barrancos naturales
Dentro de este programa de acciones ya se ha llevado a cabo la limpieza y desbroce de ocho barrancos naturales de Las Rozas. Estos trabajos, que hasta ahora no se habían realizado nunca, se ejecutarán de forma anual, garantizando su correcto mantenimiento. Se trata de zonas naturales angostas, de difícil acceso, situadas en algunas ocasiones entre parcelas urbanizadas, y ubicadas en Las Matas, dos de ellas, y en El Pinar y Monterrozas, el resto.
A ello se suman los trabajos que se están realizando estas semanas para la limpieza y desbroce del cauce de seis arroyos ubicados en diferentes zonas naturales. Se trata en concreto del arroyo de La Carrascosa, arroyo Perales, arroyo Lazarejo, arroyo de La Torre, arroyo de la Motilona, así como el Arroyo Trofas. Además, se van a instalar sensores para monitorizar la calidad del agua y controlar los vertidos en arroyos, colectores y aliviaderos pluviales.
“Con la puesta en marcha de estos trabajos continuamos profundizando en nuestro objetivo de proteger y mejorar el gran valor de nuestro entorno natural con todo el esfuerzo posible, y llevando a acciones concretas nuestra ambiciosa estrategia medioambiental”, añadió De la Uz.