La irrupción del coronavirus en nuestro país y en toda Europa trajo consigo, de manera obligada, la implantación del teletrabajo, una cuestión que, hasta el momento, había sido tabú para muchas empresas.
La experiencia, aunque fue por motivos muy concretos, tuvo bastante éxito, sin resentirse, más allá de los provocados por las restricciones, los niveles de productividad.
Sin embargo, todo hace indicar que aún tendremos que esperar un poco para que se implante de manera definitiva. Y es que, según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, el número de teletrabajadores se ha estabilizado en los últimos cuatro trimestres en un rango de entre 2,8 y 3,2 millones de personas, aproximadamente.
Una cifra ciertamente elevada pero que, cuando se compara el dato puntual del segundo trimestre de 2021 (2,9 millones de teletrabajadores) con el del mismo período del año pasado (trimestre atípico que incluye el confinamiento de la población, que marcó el máximo histórico de 3,55 millones de teletrabajadores), se encuentra una reducción de un 18,4% a nivel nacional.
Un dato que nos hace pensar que, a medida que se recupere la normalidad, los trabajadores seguirán volviendo a sus oficinas. Hay que puntualizar que la Comunidad de Madrid es una de las regiones que ha tenido un descenso más suave (un 8,9%, muy inferior al -38,3% de Cantabria o el -34,9% del País Vasco), debido en parte al mayor número de trabajadores que pueden cumplir con su cometido usando simplemente un ordenador.
Esto nos hace comprender por qué se ha reafirmado el predominio de la Comunidad de Madrid (774.000 teletrabajadores) en este campo, concentrando al 47,1% del total de teletrabajadores españoles. En Madrid, la proporción de teletrabajadores ha dado un salto de 11,7 puntos porcentuales, para llegar al 25,6%. Es el mayor registro alcanzado por cualquier autonomía en los 15 años que cubren las estadísticas de esta variable y supone que en la autonomía madrileña 1 de cada 4 ocupados tiene la posibilidad de trabajar en remoto.
Madrid, la región idónea para la conciliación
Ese mismo estudio asegura que Comunidad de Madrid es la mejor autonomía para conciliar vida profesional y personal: los datos de la proporción de ocupados trabajando a tiempo parcial, la posibilidad de trabajar al menos ocasionalmente desde el hogar y el porcentaje de ocupados que cursan estudios han crecido en los últimos meses.