La capital tendrá a partir del mes de enero, el área de pruebas de innovación tecnológica para la movilidad más grande de toda Europa, un proyecto pionero impulsado de forma conjunta por el Ayuntamiento y Madrid Futuro, un consorcio sin ánimo de lucro formado por más de 100 empresas para la reactivación económica de la ciudad después de la pandemia de Covid-19.
El plan, conocido por el nombre de ‘Sandbox’, estará hasta diciembre en fase piloto y prevé que alrededor de 20 km cuadrados del distrito de Villaverde se conviertan en una zona de pruebas para proyectos de movilidad autónoma, como drones o vehículos inteligentes, aunque posteriormente se añadirán otras temáticas como la sostenibilidad ambiental o el urbanismo tecnológico.
En la actualidad, tan solo Singapur y California albergan áreas de este tipo, donde únicamente se testean coches autónomos.
Sede en la Nave de Villaverde
La Nave de Villaverde será el kilómetro cero de este plan, donde también se realizarán otras pruebas complementarias y se convertirá, asimismo, en el punto de referencia de algunas de las empresas o start-up que se unan a esta iniciativa, que no se descarta ampliar a otras zonas de la ciudad.
Para su puesta en marcha, el Gobierno municipal incluyó en el artículo 233 de la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, aprobada el pasado 13 de septiembre, las normas en las que deberán desarrollarse este tipo de pruebas.
Atraer empresas y talento a la capital
Entre otras condiciones, tras la pertinente solicitud, el Ayuntamiento realizará «un estudio técnico municipal» previo para autorizar estos ensayos en las calles de la ciudad, que podrán desestimarse en su caso «por motivos de seguridad vial o salud pública», entre otras razones.
Además de la propia ordenanza de movilidad, que regula a nivel genérico este tipo de eventos, el Ayuntamiento espera aprobar a tal efecto una específica de forma complementaria en los próximos meses. El objetivo es «atraer empresas, talento y, sobre todo, crear empleo en la ciudad de Madrid», asegura a Efe Ángel Niño, concejal de Innovación y Emprendimiento (Ciudadanos).
Niño considera que «la administración no tiene que interferir en las empresas privadas» y, por ello, «lo que mejor puede hacer es regular de manera laxa para que puedan llevar a cabo sus proyectos de negocio».
De hecho, las estimaciones de Madrid Futuro apuntan a que el plan atraerá alrededor de 300 millones de euros de inversión externa de empresas y creará entre 3.000 y 5.000 empleos en la ciudad.
«Este proyecto debe venir para quedarse y es imposible predecir las innovaciones que vendrán a la ciudad de aquí a 10 años, así que por definición viene para sobrevivir», señala a Efe Alfredo Montilla, director de Programas de Madrid Futuro.
Montilla espera que durante el próximo trimestre «puedan comenzar las primeras pruebas» y que a principios del próximo año empiece completamente el desarrollo del proyecto.
Madrid Futuro, una iniciativa Post-Pandemia
El ‘sandbox’ de Villaverde es uno de los planes de colaboración público-privada impulsados tras el nacimiento en julio de 2020 de Madrid Futuro, una asociación sin ánimo de lucro formada por alrededor de 100 empresas y colectivos con el objetivo de reactivar la economía de la ciudad tras el parón y el confinamiento por la pandemia de covid-19.
Algunas de ellas son Acciona, FCC, Iberia, Iberdrola o Microsoft, aunque dentro del consorcio también colaboran entidades educativas como la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad Carlos III, la Universidad Complutense o el Instituto Cervantes.
Además de este área de pruebas de movilidad, Madrid Futuro participa en otros 60 proyectos relacionados con el impulso económico de la ciudad que giran en torno a cuatro temáticas: el deporte, el español y la cultura, la salud y el bienestar, y la sostenibilidad.