Tributo sobre la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería autorizados, impuesto sobre depósito de residuos e impuesto de actividades económicas (ya con un recargo del 0% desde 2009). Estos son los impuestos que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que eliminará en la Comunidad de Madrid para que se convierta en la primera región de España sin impuestos propios.
De este modo, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid iniciará la tramitación de la ley de supresión de estos impuestos, que tendrá que ser aprobada posteriormente en la Asamblea de Madrid, para lo que necesitará el apoyo de Vox.
«La Comunidad de Madrid va a ser la única que no tendrá impuestos propios», ha aseverado Ayuso en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, y ha reiterado en su cuenta de Twitter. Asimismo, ha recalcado su intención de «seguir bajando» tributos y tener «menos impuestos y menos burocracia», ha señalado la popular, quien solo unas horas antes había mostrado su interés por liderar el PP de Madrid.
Aunque la supresión de estos tributos generará una pérdida de ingresos al principio, Ayuso ha asegurado que su eliminación conllevará «una mayor recaudación«, ya que «lanza un mensaje de confianza de que a Madrid se puede venir a invertir«. Una medida que, unida a la anunciada rebaja de medio punto del IRPF pendiente de aprobación definitiva, «va a generar más movimiento al dejar más dinero para los ciudadanos».
¿Qué gasto supone cada impuesto y por qué se eliminan?
El impuesto sobre depósito de residuos, que en estos momentos recauda 2,2 millones de euros al año, se suprime para no tener «una doble imposición», ya que el Congreso está tramitando un proyecto de ley de carácter nacional.
El tributo sobre la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería autorizados, que recauda al año 1,2 millones de euros, supone «una redundancia» tras la creación en 2011 de una ley estatal sobre el juego, según la Comunidad de Madrid.
El consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, ha subrayado que la supresión definitiva de estos tres impuestos «está plenamente justificada desde el punto de vista económico» y será «la única comunidad autónoma del régimen común sin ningún impuesto propio».
«Diecisiete años seguidos bajando impuestos sin subir ninguno, que 53.000 millones de euros se hayan quedado en manos de la gente, ha generado un crecimiento y actividad económica», ha remarcado el consejero.
«Humo y populismo» para la izquierda
La izquierda en la Asamblea de Madrid ha arremetido contra esta rebaja fiscal, calificándola de «humo para seguir demoliendo nuestros servicios públicos» y «otra receta populista».
La portavoz de Más Madrid en el Parlamento regional, Mónica García, ha lamentado que Ayuso no haya sido capaz de aprovechar el primer Consejo de Gobierno del curso ni para reforzar la Atención Primaria, ni para bajar las ratios en la educación, ni para afrontar la «escandalosa» subida del precio de la luz, ni para poner solución a «algunos de los estragos que ha dejado la pandemia en nuestra Comunidad».
Para la portavoz de Más Madrid, Ayuso ha hecho «un nuevo ejercicio de márketing en el que la presidenta vuelve a ningunear y a despreciar las verdaderas necesidades de los madrileños».
Por su parte, la portavoz socialista en la Asamblea, Hana Jalloul, ha señalado que ésta es «otra de las recetas populistas» de la presidenta madrileña y que se traducirá en que cada persona se ahorrará 70 céntimos anuales de impuestos.
También se ha pronunciado en contra la portavoz de Unidas Podemos en el Parlamento regional, Carolina Alonso, quien ha estimado que «la vuelta al cole de Ayuso se traduce en una barra a la ludopatía y una desprotección del medio ambiente».
A su juicio, «la señora Ayuso y el trumpismo barato al que nos tiene acostumbradas ha propuesto la eliminación de unos impuestos clave que ya no eran recaudatorios, sino disuasorios y que va a suponer un aumento de la ludopatía y una desprotección del medio ambiente».
La relajación de las restricciones, para finales de septiembre
Durante su comparecencia, Ayuso también ha aprovechado para poner fecha a la relajación de las restricciones en el ocio y la hostelería, que se esperaba se produjera de manera inminente.
Sin embargo, habrá que esperar a finales del mes de septiembre para que se lleva a cabo esta flexibilización, una vez que haya comenzado el curso escolar y la vuelta a los puestos de trabajo tras las vacaciones de verano.
«Queremos seguir liderando no solo el mensaje de apertura, sino de responsabilidad individual y de no ensañamiento con según qué sectores, entre ellos la cultura, el comercio y la hostelería, que han demostrado ser responsables», ha declarado la presidenta, que confía en que «lo antes posible» se pueda «abrir más».
El objetivo es, según Ayuso, seguir ampliando aforos en lugares públicos, pero con «prudencia» por las diferentes cepas.
En la actualidad, los aforos están limitados al 50% en el interior de los establecimientos de hostelería y restauración, espectáculos, locales de juego, apuestas, casinos, instalaciones deportivas, gimnasios, parques recreativos infantiles y discotecas y establecimientos de ocio nocturno.
En cambio, los aforos aumentan al 75 % en exteriores de bares y restaurantes, comercios minoristas, centros comerciales, mercadillos y lugares de culto.
Además, el número de comensales permitidos por mesa en los establecimientos de hostelería es de seis en el interior y de ocho en el exterior.
Imagen portada: Comunidad de Madrid