Corría el año 1827 en la capital cuando, en el número 18 de la castiza Calle de las Huertas, abría sus puertas por primera vez una taberna en el edificio que ocupaba el terreno en el que un día, varios siglos antes, vivió el genial escritor D. Miguel de Cervantes.
Han pasado casi dos siglos y, en ese mismo portal, Casa Alberto sigue al pie del cañón, habiendo aguantado guerras, dictaduras y pandemias, pero sirviendo, siempre, una excelente comida y bebida. De los vinos acompañados por huevos duros o bacalao seco que se despachaban en la taberna original, hemos pasado a una carta que aúna lo mejor de la gastronomía tradicional madrileña con la cocina de vanguardia, de la mano de su chef Mario Pilar Quiroga.
Este Restaurante Centenario de Madrid ha estado regentado por varias familias, como las Sanz, Pesquera y de Dios, procedentes de Segovia. Sus mejores años se dieron en la década de los veinte del siglo pasado, cuando se convirtió en parada obligatoria de todos los madrileños, deseosos de degustar sus variadas tapas. También fue uno de los tempos del vermut de esa época
Y llegamos a la actualidad, donde los callos, los caracoles a la madrileña, las manitas de cordero o el bacalao a la madrileña siguen siendo los platos más demandados, habiéndose incorporado otras opciones más modernas como el pulpo a la brasa sobre hummus y vinagreta de tomate o un delicioso milhojas de Wanton de pato confitado con salsa gorgonzola.
Cualquier momento es bueno para tomarse unas tapas en barra, pero en muy pocos sitios tendrás doscientos años de historia contemplándote. Solo en Casa Alberto.
Imagen portada: Casa Alberto