La exposición de Gerardo Vielba seguirá en Madrid hasta el 25 de julio en la Sala Canal de Isabel II. La estrada es gratuita y la exposición consta de 120 fotografías icónicas, premiadas e inéditas.
La consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, ha visitado este martes la exposición ‘Gerardo Vielba, fotógrafo, 1921-1992’, una muestra monográfica indispensable sobre una figura clave en el desarrollo de la fotografía en España, y uno de los grandes renovadores de este género. Tras el recorrido, la consejera ha puesto en valor al autor como referente de la fotografía española e impulsor de una nueva etapa en esta disciplina artística.
Exposición
La muestra, comisariada por Antonio Tabernero, está compuesta por 120 obras en blanco y negro y recompone toda la fuerza creativa de Gerardo Vielba por medio de las imágenes más conocidas, ganadoras de importantes premios, al tiempo que se han rescatado del archivo familiar otras muy valiosas e inéditas, que no se habían expuesto hasta ahora.
“Las imágenes de Vielba tienen una parte sobria castellana y una surrealista alocada que no vemos en nuestros artistas. Se ve desde fuera”, explica Antonio Tabernero, comisario de una exposición que cuenta con 120 obras y que define la fotografía del madrileño como “humanista”, “didáctica” y “magnética”.
La exhibición, que forma parte de la Sección oficial de Photo España 2021, podrá visitarse en la Sala Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid hasta el próximo 25 de julio, con entrada gratuita. A lo largo de la exposición de Gerardo Vielba se muestra un resumen de su historia fotográfica a través de imágenes conocidas, como «Vías del recuerdo», premio Nacional de Bellas Artes en 1962, y material inédito. Toda la información sobre las medidas sanitarias en este enlace.
Sobre el autor: Gerardo Vielba
Gerardo Vielba (1921 – 1992) vivió en Madrid y formó parte del conocido “grupo del 50”, lo que más le importaba era lo que está “detrás de cada fotografía”. “Sus imágenes sirven de referente para que tú entres en un espacio no visible, que es donde la obra toma dimensión”, explica Tabernero.
Fue un gran renovador de la fotografía española en los años cincuenta y sesenta, no solo a nivel teórico, sino también a través de la práctica. A través de sus imágenes, nos permite percibir cosas que normalmente no captan nuestra atención, que requieren un tiempo de introspección porque son más cercanas a los gestos que a las palabras. Imágenes de figuras, escenas y paisajes urbanos en los que la fantasía y lo real se funden, a través de una mirada muy sensible a la belleza de los aspectos cotidianos.
En este sentido, tuvo mucha influencia en los fotógrafos de su entorno, como Gabriel Cualladó, Paco Gómez, Leonardo Cantero, Juan Dolcet y Fernando Gordillo, –que conformaban con él la llamada Escuela de Madrid–, entre otros. A pesar del estilo propio a cada uno de ellos, en todos se percibe un cierto halo de Vielba.
El fotógrafo ya lo dijo: “Tengo un especial gusto en aquello que late en mí, me enamora y en un momento dado, muchas veces fugitivo, me invita, me convida a captarlo y dejarlo en imagen fija”.