Han pasado muchos meses, demasiados, desde la última vez que los madrileños más jóvenes disfrutaron de una noche «de fiesta». También ha transcurrido casi una eternidad desde que nuestros mayores pudieran acudir a esos centros en los que mantienen sus principales actividades sociales.
Pero, después de concretamente quince meses, la pesadilla comienza a quedar atrás. Discotecas, salas de baile y centros de mayores de la Comunidad de Madrid han vuelto este lunes a abrir su puertas.
«La luz al final del túnel»
Con estas palabras define Raúl, en declaraciones a EFE, la posibilidad de volver a tomar una copa dentro de estos locales.
En la Comunidad de Madrid, los locales de ocio nocturno fueron obligados a cerrar a finales de agosto de 2020 a consecuencia del coronavirus, aunque tuvieron la opción de reabrir desde octubre reconvertidos en bares y cafeterías, pero desde hoy vuelve a vislumbrarse la noche madrileña.
Para David, de 25 años, que el ocio nocturno reabra sus puertas hasta las tres de la mañana es un «pequeño camino hacia la normalidad«. No importa el trabajo del día siguiente. Ha decidido irse a tomar una copa a una discoteca de la madrileña zona de Nuevos Ministerios.
«Ya era hora de poder volver a salir. Se echa de menos la música, tomar una copa y, sobre todo, la noche», agradece este chico, aunque reconoce que «lo que falta es poder bailar», apunta su acompañante Raúl, de 24 años.
«Es bonito que todo vuelva a la normalidad. Ahora que el covid parece que está un poco más controlado pues habrá que aprovechar», comentan Álvaro y Nacho, que han acudido a la discoteca para mostrar su apoyo al ocio nocturno.
También ha vuelto las barras de las discotecas, donde no se podrá consumir pero sí recoger las bebidas, y las mascarillas serán obligatorias en los interiores, donde sólo se podrán bajar para consumir.
Las discotecas, bares de copas, salas de baile, cafés espectáculo y salas de fiesta de la región madrileña tendrán el tope para recibir nuevos clientes hasta las dos de la mañana, aunque se mantengan abiertos hasta las tres, y deberán mantener un aforo del 50% en interiores y del 75% en las terrazas.
Para la asociación de empresarios de ocio nocturno Noche Madrid, el comienzo de la desescalada después de más de quince meses sin apenas actividad es una gran noticia para los empresarios que cuentan, según sus estimaciones, con unas perdidas de entre los 175.000 euros los bares de música y las de las discotecas ascienden a más de 400.000 euros.
En los primeros pasos del ocio nocturno, Noche Madrid estiman que el 60% de los 1.400 locales existentes en la región madrileña han abierto sus puertas y, con la desescalada, comenzarán a ser más y de mayor formato.
Ana es dueña de un local de una sala de fiestas y reconoce que han pasado «un año muy duro», pero ha llegado el momento de volver «respirar» y a trabajar para «salir adelante» y, a ser posible, también bailar.
«Con ánimos y con ganas»
Además de los locales de ocio nocturno, este lunes han reabierto los 213 centros de ocio para mayores de la región, que llevaban 15 meses cerrados, con cita previa y la prohibición de algunas actividades que requieran contacto, como los bailes no individuales.
«Tenemos mucha ilusión, y sobre todo los mayores que estaban deseando reiniciar sus actividades», comenta a Efe Helena Santiuste, la directora de los centros de mayores de Embajadores y de Puerta de Toledo.
En el de Puerta de Toledo se ha formado cola una hora antes de su apertura a 9 de la mañana, y desde entonces no ha parado de llegar gente, con ganas de volver a ver a amigos y compañeros con los que, hasta el 6 de marzo de 2020, compartían el día a día, aunque, lamentablemente, «algunos faltan».
Lo comenta a Efe Mari Carmen en la primera clase de gimnasia en el exterior del centro, y aunque afirma que lo han pasado «muy mal» durante todo este tiempo, hoy está muy ilusionada de volver a realizar sus actividades y de reencontrarse con la gente.
La clase de gimnasia de bajo rendimiento es una de las pocas actividades que se pueden realizar en esta primera fase de reapertura, junto con otras como los talleres de pintura, los de lectura y culturales, o de teatro y que suponen alrededor de un 20 por ciento de las que se hacían antes de la pandemia.
Mari Carmen lamenta que no se puedan hacer todas las actividades «pero estamos con ánimos, con ganas, y hay que olvidar todo y tirar para delante».
Ella, como la gran mayoría de usuarios de más de 65 años que acuden a este centro, ya están vacunados, lo que les da tranquilidad para retomar estos hábitos de antes de la pandemia.
Este centro, como los otros 212 de mayores que hay en la región, contempla otra serie de cambios a causa de la covid, como incorporación de la cita previa, el registro de entrada y salida de trabajadores y usuarios, además de los aforos tanto para entrar al centro como para acudir a las actividades, y cada uno de los centros ha tenido que establecer un plan de actuación en función de sus características.
El de Puerta de Toledo, donde hay 18.500 socios de los que 2.500 acudían habitualmente a hacer talleres y actividades, cuenta con un aforo de 148 personas, y hay actividades, como la de informática, que de momento no se pueden impartir ocupando todos los ordenadores al no poder respetar el aforo de la sala.
Las mayoría de las actividades que funcionan en esta primera etapa son culturales, como la de lectura, que han retomado alrededor de una mesa repleta de libros de Benito Pérez Galdós varios socios y socias tras un año sin compartir su pasión por la literatura.
Al taller de pintura acudían 23 personas antes de la pandemia, pero este lunes, las restricciones de aforo sólo permiten que haya cuatro sentadas en la acogedora e iluminada sala donde se realiza, además de la monitora, Adelaida.
«Hoy el aula está desconocida, normalmente hay muchísimas personas aquí dentro», comenta la monitora, que recuerda que su última clase la dio el 5 de marzo por la mañana, un día antes de que todos los centros de mayores echaran el cierre.
Aunque los bailes y otras actividades de contacto no puedan volver de momento, la ilusión y las ganas de verse y sociabilizar es evidente en estos centros, en los que este lunes comienzan a reabrirse muchas puertas para los mayores que pasaban aquí sus días antes de la pandemia.
Imagen portada: Comunidad de Madrid