No es una historia precisamente de amor, la que une a la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con el jefe del Gobierno central, Pedro Sánchez. Sus desencuentros han sido notorios desde que ambos coinciden en el tiempo en sus respectivos cargos, pero con la irrupción de la pandemia se han exacerbado.
El (de momento) último enfrentamiento es el que tiene que ver con el ocio nocturno en particular y la hostelería en general, sectores que sin duda han sido de los más perjudicado por las restricciones que se han venido aplicando desde el comienzo de la crisis, y que ahora sí, parecen empezar a ver la luz al final del túnel.
Pero desde Moncloa no quieren correr. De hecho, quieren ir a paso de tortuga en este sentido. El Ministerio de Sanidad propuso en la última reunión del Consejo Interterritorial de Salud una serie de medidas que, dependiendo de la región y su incidencia, reducen de manera considerable las posibilidades de estos negocios.
Las medidas del Gobierno central
El Consejo Interterritorial de Salud acordó sin unanimidad entre las comunidades autónomas restricciones de horarios al ocio nocturno, que solo podrá abrir hasta las 2 de la mañana en los territorios con más baja incidencia, y a la hostelería, que podrá hacerlo hasta la 1, hasta que el 70 por ciento de la población esté vacunada.
Ese «semáforo» tendría una grave repercusión en la región madrileña, ya que al contar con una tasa de incidencia de 160 casos por cada 100.000 habitantes (nivel 3 de riesgo, es decir, un nivel de alerta alto) implicaría, según el acuerdo de Sanidad, que Madrid no podría reabrir el ocio nocturno, tendría que cerrar el interior de los bares y restaurantes o debería aplicar aforos del 33 por ciento en centros deportivos y piscinas.
Madrid no acatará
La Comunidad de Madrid ya ha dejado muy claro que no acatará estas restricciones y que recurrirá la orden si llega a implementarse. Una «rebeldía» en la que cuenta con el apoyo de Andalucía, Murcia, Galicia y Cataluña.
Ayuso ha subrayado que seguirá aplicando su normativa regional, que en el caso de la hostelería supone el cierre de bares y restaurantes a la 1 de la madrugada, con un aforo del 50% en el interior y del 75% en terraza.
En el caso de las discotecas y bares de copas, fueron obligados a cerrar en la Comunidad de Madrid a finales de agosto de 2020 como consecuencia del coronavirus, aunque tuvieron la opción de reabrir a partir de octubre reconvertidos en bares y restaurantes.
«No es una cuestión de rebeldía, porque la rebeldía significa ir contra las normas establecidas y esta norma no es de obligado cumplimiento, y no se puede imponer», ha dicho este jueves la presidenta madrileña en funciones, Isabel Díaz Ayuso.
Al respecto, ha añadido que «mientras no sea obligatorio» no van a ir «contra los intereses de los ciudadanos», por lo que el Gobierno de Pedro Sánchez «se las tendrá que apañar como sabe hacer para imponer y arrollar».
El consejero de Sanidad en funciones, Enrique Ruiz Escudero, considera que estas decisiones se han tomado “sin ningún consenso ni fundamento” y suponen “un nuevo atropello” del Gobierno de España a las comunidades autónomas, por lo que ha anunciado que recurrirán las restricciones si la orden llega a implementarse.
Las decisiones del Consejo Interterritorial tampoco han gustado entre los hosteleros, quienes, a través de la Plataforma por el Ocio y la hostelería de Madrid, han anunciado que recurrirá las medidas, en su caso ante la Audiencia Nacional, al cuestionar la obligatoriedad por no haberse decidido por unanimidad en el Consejo Interterritorial.
Las «terrazas covid» cerrarán a medianoche
Por otro lado, y después de las quejas vecinales, los empresarios hosteleros y el Ayuntamiento de la capital han llegado a un acuerdo para que las terrazas habilitadas de forma excepcional en la ciudad de Madrid durante la pandemia en lugares como aceras y bandas de aparcamiento solo abran hasta las doce de la noche a partir de este viernes, en lugar de hasta la una.
Una propuesta que, según ha explicado la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha surgido de los propios dueños de los negocios para facilitar la convivencia. Un «gesto de generosidad», según Villacís, por parte de los hosteleros que se encuentran además, en un momento complicado.
Cabe señalar que esta medida de cerrar una hora antes afecta solo a las llamadas ‘terrazas covid’, no a las terrazas que ya estaban autorizadas antes de la pandemia, y si los empresarios no quieren cerrar a medianoche tendrán que prescindir de las mesas ampliadas de forma excepcional por la pandemia.
La medida, que entrará en vigor desde el viernes 4 de junio, afecta a más de 3.000 terrazas de la capital.
Por su parte, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha coincidido en agradecer el «ejercicio de responsabilidad» de los empresarios, que «son los primeros interesados en garantizar la convivencia vecinal».
