A pesar de que la situación de los negocios de hostelería es mucho más halagüeña que hace solo unos meses, lo cierto es que, después de más de un año con continuas restricciones, su balanza económica sigue pendiendo de un hilo y un nuevo golpe en plena campaña estival podría significar la estocada definitiva para muchos de ellos.
Así se ha pronunciado la Asociación de Hostelería de Madrid ante las medidas al ocio nocturno y la hostelería acordadas en el Consejo Interterritorial de Salud y publicadas el sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que ya han sido suspendidas por la Audiencia Nacional tras el recurso interpuesto por la Comunidad de Madrid.
En caso de aplicarse, sostienen, podrían cerrar más de 8.133 establecimientos de los 24.000 locales operativos a finales de mayo en la región, al no disponer de terrazas y tener que establecer un aforo del 33 por ciento en el interior.
Según han denunciado, calculan que el coste de esta restricciones significaría una disminución de la facturación diaria de la hostelería madrileña de 23,69 millones de euros diarios, pasando de los 36,16 millones de euros de facturación actual hasta una facturación de 12,47 millones de euros diarios, lo que representaría una pérdida del 65,51 por ciento de la facturación actual del sector en la Comunidad de Madrid.
Todos estos datos han sido reflejados en un informe elaborado por la propia Asociación de Hostelería de Madrid, que se ha incluido en el recurso contencioso administrativo presentado por la Comunidad de Madrid ante la Audiencia Nacional y que, como decimos, ha obtenido la cautelarísima.
En este sentido, y habiéndose posicionado en contra otras comunidades autónomas como Galicia, Cataluña o La Rioja (que votó a favor en el Interterritorial), Sanidad ya ha admitido que sus restricciones para la hostelería no son obligatorias y volverá a negociar con las comunidades.