Noche dulce, pero con un ligero regusto amargo, en la sede de Vox. Porque los 40.000 votos más que han sacado este 4M con respecto a los comicios de 2019, que suponen un diputado más, no pueden sino celebrarse como una victoria. Sin embargo, no serán suficientes para ser decisivos en la Asamblea autonómica. El histórico resultado de Ayuso hace sus votos no tengan el peso clave que seguramente esperaban.
Quizá por eso desde Vox se han interpretado estos resultados más en clave nacional que regional. De hecho, la propia candidata a la presidencia autonómica, Rocío Monasterio, ha vaticinado que el resultado de las elecciones es «el comienzo de un cambio de rumbo para toda España».
Monasterio también asegura que «hemos cumplido con lo que dijimos de parar la izquierda», y que sus votos «serán decisivos para absolutamente todo», dejando claro, eso sí, que en los próximos días facilitarán «la investidura como presidente» de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid.
«No tiene que haber ninguna duda en esto, la señora Díaz Ayuso tendrá que elegir entre Vox o una abstención del PSOE. Ahora mismo la decisión es suya», ha recalcado Monasterio.
En esa línea también se ha expresado Santiago Abascal, quien ha extrapolado el resultado de las elecciones en Madrid al resto de España y ha recordado que Vox exigió «elecciones generales hace mucho al Parlamento nacional» porque «no representa al conjunto de los españoles».