La primavera madrileña es, casi siempre, impredecible. Algunos años nos trae temperaturas propias de agosto y otras nos obliga a retrasar hasta bien pocos días antes del verano el cambio de armario. Luego está la de 2020, que, de alguna manera, no existió. Quizá por eso los «gatos» le tenemos tantas ganas a la que estamos viviendo ahora, aunque intercale días de Sol radiante con cielos plomizos y «calabobos».
Sea como fuere, la primavera de Madrid está pensada para disfrutar de sus parques, y viceversa. Pocas cosas reconfortan tanto como salir de la oficina (es decir, de casa), y tumbarse sobre el césped de uno de los cientos de rincones verdes dentro de la vorágine urbana de la región.
Un placer del que también podemos disfrutar en verano, buscando las sombras para cobijarnos del inclemente sol estival de Madrid.
El Retiro, el pulmón de la capital
Es verdad, seguro que vuestro parque de referencia es el que tenéis más cerca de casa. Pero de lo que no nos cabe duda es de que, siempre que podéis, hacéis una «escapadita» al Parque de El Retiro. Y lo sabemos porque nosotros hacemos lo mismo.
No hay paseo por el centro de la capital que se precie si no incluye una pasada rápida por este oasis entre asfalto y hormigón.
Imágenes: Beatriz Durán Balda
Practicar deporte, leer, charlas con la gente a la que quieres… cualquier actividad es más placentera si tiene El Retiro como escenario.
Tampoco puede faltar, por supuesto, la visita al emblemático estanque del parque, con sus enigmáticas aguas por las que vuelven a surcar, después de la pandemia, las barcas que transportan a turistas y enamorados, y cuya orilla, a la sombra de la estatua en homenaje a Alfonso XII, sigue estando poblada a diario por distintas generaciones de madrileños (o no) que han vivido, seguramente en primavera, algunos mejores de los momentos de su vida en esos peldaños.
Imágenes: Beatriz Durán Balda
Las maravillas de El Capricho
Un poco más lejos del casco histórico, concretamente en la Alameda de Osuna, se encuentra uno de los entornos más bellos y (cada vez menos) desconocidos de la capital. Hablamos del parque de El Capricho creado por los Duques de Osuna (especialmente por la duquesa Doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel) hace más de dos siglos.
El Capricho cuenta con una extensión de catorce hectáreas, mantenidas por artistas y jardineros de gran prestigio y con varias áreas diferenciadas: un parque inglés de carácter refinado, un paisaje con encanto de estilo italiano decorado a base de fuentes y un jardín británico lleno de naturaleza, que ocupa la mayor parte del parque.
Tras una etapa de declive a finales del siglo XX, ahora es de nuevo un vergel por el cada día, especialmente los fines de semana, pasan miles de madrileños.
Imágenes: Beatriz Durán Balda
Hay más parques, muchos más, por los que perderse en primavera y verano en Madrid. Pero, si lo haces en cualquiera de estos dos, no te arrepentirás.