Ya está aquí. La cuenta atrás para el final del estado de alarma ha comenzado y a las 00:00 de este domingo nueve de marzo España volverá, seis meses después, a abrazar una normalidad que, de momento, no sabemos cómo será.
La mayoría de comunidades autónomas han advertido de que, sin el paraguas jurídico que garantizaba este mecanismo, será muy complicado, por no decir imposible, mantener algunas restricciones como el cierre perimetral (que en Madrid no existía) o el toque de queda.
Algunas regiones, como Cataluña o Castilla y León, ya han avanzado que estas dos medidas quedan sin efecto a partir del día 9, mientras que en el otro extremo se encuentra el País Vasco, cuyo objetivo, poco probable, es mantener ambas durante un tiempo. Y en esas se encuentra una Comunidad de Madrid que aún no ha decidido cómo será ese «Día D», y que continúa analizando las posibilidades jurídicas para dar continuidad a las que limitan derechos fundamentales.
La última palabra, la del poder ejecutivo
Porque, a partir de ahora, todas las decisiones quedarán en manos de los jueces. La Consejería de Sanidad está estudiando el decreto aprobado el martes por el Consejo de Ministros que abre la puerta a que un gobierno autonómico presente un recurso de casación ante el Supremo si el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de su comunidad no autoriza las medidas que acuerde para luchar contra la pandemia tras el decaimiento del estado de alarma.
Por su parte, la Fiscalía estudiará caso por caso la aplicación de las restricciones que acuerden los gobiernos autonómicos, de manera que no establecerá un criterio general del actuación, ya que quiere que esa posición la fije cuanto antes el Tribunal Supremo, que desde el 9 de mayo tendrá la ultima palabra.
Conviene señalar que la ratificación judicial tras el estado de alarma sólo sería necesaria para medidas que afectan a los derechos fundamentales, como las restricciones de movilidad, y no para otras relacionadas por ejemplo con limitación de horarios o aforos.
De hecho, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha explicado este miércoles tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que las restricciones que imperaban antes de la declaración del último estado de alarma, como acotar horarios a la hostelería y establecimientos comerciales, el cierre del ocio nocturno o la prohibición de fumar en la calle sin distancia de seguridad, volverán a estar vigentes a partir del 9 de mayo.
El escenario de Madrid
Por el momento, hasta el 9 de mayo está vigente en la Comunidad de Madrid el toque de queda desde las 23:00 horas hasta las 06:00 horas, así como la prohibición de reuniones de no convivientes en domicilios, salvo excepciones como cuidados a mayores dependientes, menores de edad o personas vulnerables.
El Gobierno regional mantiene asimismo su estrategia de restringir la movilidad en áreas con una alta incidencia de coronavirus, unas medidas que están en vigor en 16 zonas básicas de salud y dos localidades en las que viven 451.949 ciudadanos, el 6,7 % de la población de la región.
En cuanto a la situación epidemiológica, la Comunidad de Madrid registró este miércoles 19 fallecidos por covid en los hospitales, la misma cifra que el martes, además de un descenso de la presión hospitalaria.
La directora general de Salud Pública, Elena Andradas, expresó el viernes la intención de mantener estas restricciones por zonas básicas, mientras que el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, no descartó seguir con otras como con el toque de queda si fuera necesario, en función de la evolución de los datos.
En cuanto a las vacunas, la Comunidad de Madrid ha reiterado en el Consejo Interterritorial su petición de eliminar los límites de edad establecidos por el Ministerio para la vacuna de AstraZeneca, así como dar la posibilidad de que reciban segunda dosis las personas menores de 60 que ya fueran vacunadas con la primera.
Madrid lleva administradas 2.346.994 dosis de vacunas de un total de 2.798.555 recibidas, un 83,86 %, y el porcentaje de la población que ya ha sido inmunizada sube al 9,3 %.
De las ya inoculadas, 1.715.235 corresponden a primeras dosis (1.107.015 de Pfizer y Moderna y 608.220 de AstraZeneca) mientras que las 609.837 segundas dosis son todas de Pfizer y Moderna. Además, se han inyectado ya 21.922 monodosis de Janssen.