Rosa María García Durán dirige la Unidad de Participación y Convivencia en la Policía Municipal de Madrid. Durante muchos años ha llevado la jefatura de prensa y posteriormente puso en marcha las Oficinas de Atención al Ciudadano del Cuerpo. También ha sido responsable de formación, y ahora, afirma, “estoy en este barco que me hace sentir tan orgullosa, la revista de la Policía Municipal de Madrid”, de la que es directora.

Piensa que ayudar a una víctima de violencia intrafamiliar no es una cuestión de género, sino de confianza y de especialización, y que, quizá, la televisión sólo muestra la parte más reactiva de la Policía, pero no su realidad, que es un Cuerpo orientado a la prevención. Su deseo para los próximos años es que haya mujeres y hombres al 50% en la Policía Municipal de Madrid, y, sobre todo, cree en el talento de las personas. Eso sí, asegura que “nos hacen falta muchas compañeras”.

¿Qué papel ocupa la mujer en la policía, cree que se le ha exigido menos o más por ser mujer?

Ocupamos el mismo papel que los compañeros, exactamente el mismo. La formación, la preparación, la exigencia para puestos de determinada cualificación es exactamente la misma. Todos los cursos y la preparación que hacemos en el curso de formación es exactamente igual. Incluso para las unidades, digamos, de élite, o en formación más específica, no hay ningún problema en este sentido ni ningún tipo de barreras por ser mujer.

¿Qué piensa cuando escucha la frase “eso no es un trabajo para mujeres”?

Ya es un anacronismo, sinceramente. Te habla alguien que lleva 34 años en la casa, en la Policía Municipal de Madrid, y sí lo he escuchado en mis tiempos mozos, pero creo que ya, por fortuna es un anacronismo. Todavía se escucha, pero depende de determinadas personas que aún no han superado algunas cuestiones. Machismos que pueden existir, pero de forma excepcional y nunca considerados como algo representativo de la sociedad. Sinceramente, yo creo que se van a acabar, la verdad.

¿Cómo afronta su día a día a la hora de conciliar la vida laboral con la familiar?

El problema no es que no hayan entrado en vigor medidas de conciliación, de hecho, las tenemos todas, y nos facilitan bastante las cosas, lo que pasa es que, en concreto yo soy intendente del cuerpo y es verdad que los horarios son un poco más complicados. Con la situación delictiva somos muy dependientes de las novedades, de cualquier servicio que pueda surgir en cualquier momento. No te digo nada, en esta etapa de Covid en la que cualquier esfuerzo es poco.

Pero debo decir que en general los medios de conciliación están ayudando mucho. Ahora sí se puede tener vida personal y vida profesional al mismo tiempo y era algo que faltaba por ser incorporado en los Cuerpos de policía y, en general en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Ya están de una forma decidida incorporándose en los convenios colectivos.

¿Ha echado en falta una condena más rotunda a la agresión que sufrió una policía en las protestas por Pablo Hasél?

Me preguntas por algo en lo que no debo pronunciarme al ser profesional. Diré que agredir a un policía no tiene sentido. No tiene sentido porque somos los que protegemos a los ciudadanos, no lo tiene en ningún caso. Desde el punto de vista personal me pareció deplorable, sí.

«Hacer un seguimiento de las víctimas y establecer una comunicación eficiente con ellas no es una cuestión de género, sino de confianza y de especialización»

¿Hay alguna diferencia entre hombres y mujeres a la hora de tratar con víctimas de violencia de género?

No, en absoluto. Es una unidad, la nuestra, que se llama, Unidad de Apoyo y Protección a la Mujer, el Mayor y el Menor, porque nos preocupamos además de esa violencia intrafamiliar que se puede propiciar contra los menores, e incluso contra las personas mayores de edad. Personas que no saben que tienen esos derechos de protección. Pero es un equipo súper especializado, con muchísima experiencia y la verdad es que los temas se atajan con muchísima confidencialidad.

Las mujeres suelen llevar los seguimientos siempre con los mismos policías, ya sean ellas o ellos y luego en los distritos, que son los que llevan las órdenes de alejamiento, siempre hacemos todo lo posible para que siempre sean las mismas compañeras o los mismos compañeros quiénes establezcan esa relación de comunicación diaria, semanal o mensual, en función del nivel de riesgo. Eso es una garantía para las mujeres. Esto no es una cuestión de género, sino de confianza y de especialización.

Hay hombre y mujeres en estas especialidades y las víctimas jamás nos han puesto ninguna pega en este sentido. Yo creo que eso es bueno.

Tiene un cargo de responsabilidad como intendente, ¿cómo es la relación con sus subordinados y superiores, en el caso de los hombres?

Yo te diría sinceramente que es buena. Puede sonar excesivamente positivo, pero es verdad. Desde el año 71 (momento en el que las mujeres entraron en el Cuerpo) para acá, todas las que hemos ido pasando por distintas posiciones hemos ido poniendo nuestro granito de arena y nos hemos hecho valer. Yo entiendo que las primeras mujeres llamaron muchísimo la atención, porque además sus derechos estaban, en algunos casos velados y en otros directamente no entraban con las mismas condiciones que los compañeros, pero ahí dimos el primer paso. Ahora, poco a poco hemos ido aportando nuestra biografía personal, pero también nuestros estudios, nuestra formación, nuestra capacidad y nuestras ganas de trabajar.

Las relaciones, en general, tengo que decir que son buenas. No hay un problema grave de percepción entre sexos y función policial, no. No es el caso de la Policía Municipal de Madrid. Y en general, creo que ocurre lo mismo en nuestros colectivos de Seguridad. Creo que son fases superadas, aunque hay mejorar, ojo, en cuanto a cifras. En cuanto a cifras se necesitan muchas mejoras, pero en cuanto a interacción entre hombres y mujeres, dentro de los propios colectivos son buenas.

«Las imágenes en televisión muestran la parte más reactiva de la policía, pero las Fuerzas de Seguridad son colectivos orientados a la prevención»

¿Haría falta que hubiera más mujeres policía?

Sí. Ahí sí que tenemos un hito que conquistar y lo debemos hacer juntos, tanto hombres como mujeres, pero yo creo que aún no resulta una profesión excesivamente atractiva para las jóvenes o para las mujeres en general. A lo mejor no ayudan mucho las imágenes en televisión porque se ve quizá, la parte más reactiva de la policía, pero las Fuerzas de Seguridad, son colectivos muy orientados hacia la prevención y yo creo que ese mensaje no ha llegado todavía a las mujeres, a las profesionales o incluso a las universitarias. Creo que podrían encontrar en estos colectivos sitios muy interesantes y muy especializados donde podrían desarrollar sus carreras universitarias, sus estudios medios o la formación que tengan en sus biografías académicas. Con total seguridad.

¿Es una buena salida profesional para las mujeres trabajar en la Policía?

Creo que es una buena salida, sí. El sueldo es digno, tampoco voy a entrar en la cantidad, pero el sueldo es digno, los sindicatos siempre están trabajando a favor de obra, la dirección general nuestra, en este caso, de la Policía Municipal, está mejorando las condiciones en el trabajo desde el punto de vista de la logística o de la seguridad de los policías… Creo que sí es una buena alternativa y, cuando pasen estos tiempos de Covid y podamos de verdad, empezar a trabajar como lo hacíamos anteriormente centrándonos en la información y en la prevención hacia la ciudadanía en general yo creo que volveremos a resultar otra vez algo más interesantes para el ciudadano en general y sobre todo para la mujer en particular, que nos hacen falta muchas compañeras.

«Realmente no hay dificultades para que la igualdad sea posible»

¿Cómo describiría la mejor forma de buscar la igualdad entre hombres y mujeres desde su posición en la Policía Municipal?

Pues haciendo valer los derechos que ya tenemos. Es que ya los tenemos, están recogidos en el convenio. Estamos en ciernes de una puesta en marcha de un nuevo Reglamento Marco para los policías locales, que también va a ayudar en alguna medida a que haya mejores posibilidades para el acceso de la mujer y también para mejorar un poco sus posibilidades a la hora de ascender a distintas categorías.

Pero ejercer los derechos que ya tenemos y trabajar con naturalidad, pero es que realmente no hay dificultades para que eso sea posible. Hemos superado etapas en las que igual sí podríamos hablar de cierta discriminación, pero yo creo que esas etapas están superadas.

¿Cómo cree que serán los próximos años en un sentido de género?

Pues me gustaría manifestarte un deseo por mi parte, y por parte del colectivo en general, y es que efectivamente no somos suficientes. Por parte de la Policía Municipal de Madrid sí puedo dar una buena noticia y es que, aunque somos pocas, somos el 12% de la plantilla, aunque en algunos casos ese porcentaje llega al 22%, necesitamos más jóvenes y más perfiles profesionales para que en general, la Policía Municipal también dé pasos que describan un poco cómo está conformada la sociedad ahora mismo.

Lo ideal sería que hubiera hombres y mujeres al 50%, pero en el primer Congreso de la Mujer en Cuerpos Policiales, de hace un par de años, se dijo que hasta que las mujeres en la Policía no llegaran hasta el 20% tendríamos que hablar indefectiblemente de infrarrepresentación. Así que, en la actualidad, las cifras cantan, estamos en infrarrepresentación femenina, en general, en el conjunto de los Cuerpos de Policía.

«Necesitamos talento en general, da igual cómo, pero talento, mucho talento»

En ese sentido, ¿tiene más valor alcanzar un puesto de responsabilidad como el suyo?

Claro. Así es, ciertamente. Pero quiero decir una cosa, que puede ser interesante también para las jóvenes que tengan la oportunidad de leernos. Yo ascendí de cabo directamente a la categoría de intendente, ¿por qué? Pues porque se puede entrar a través de convocatoria de libre acceso. Hay posibilidad de entrar a las categorías de mando, de escala técnica, de directiva, a través de convocatorias libres sin necesidad de ingresar directamente desde policía.

La experiencia siempre es un grado y es interesante que se vayan superando los distintos escalafones, pero yo he ascendido de cabo a intendente y enseguida me puse las pilas. Por tanto, esa posibilidad existe y no deja de ser un elemento sugestivo para todas aquellas universitarias, porque se necesita tener un grado para acceder ahí, para que accedan a determinados puestos, en los que se necesita muchísima formación técnica y también humanística, es decir ciencias sociales, ciencias técnicas, nuevas tecnologías, en fin. Necesitamos formación que nos ponga a la altura de los tiempos que corren. Necesitamos talento en general, da igual como, pero talento, mucho talento.