La Universidad Politécnica de Madrid lidera un estudio sobre la difusión de bulos en redes sociales. Dicho estudio ha revelado que «la presencia de sólo un 1% de bots o de individuos acríticos puede reducir en un 20% el tiempo necesario para que una noticia llegue a la mitad de la población conectada a una red social».
El trabajo ha sido publicado en la revista ‘Mathematics and Computers in Simulation‘. En el se analiza el modo en que las ‘fakes news’ se difunden a través de redes sociales, así como mide el tiempo y las interacciones que se necesitan para difundir una noticia en redes en base a la polarización de los individuos.
El impacto que tiene en nuestra sociedad la propagación de noticias falsas es notorio, especialmente cuando se trata de grandes acontecimientos políticos. La campaña electoral de EE.UU y el referéndum del Brexit en el 2016 o la campaña de noticias sesgadas en Cataluña en 2018, son solo algunos ejemplos de el poder que tienen este tipo de prácticas en la sociedad y las democracias actuales.
La Universidad Politécnica de Madrid afirma que, en el caso de la famosa app de telefonía, Whatsapp, el modelo matemático predice que una noticia falsa “llegaría a la mitad de la población en menos de 6 días, y alcanzaría al 99% de la red en tres meses y medio”.
San Martín, coautor del trabajo junto con Fátima Drubi, de la Universidad de Oviedo, y Daniel Rodríguez, de la UNED, ha destacado la importancia social de disponer de herramientas como la que han desarrollado, ya que permiten inferir en los mecanismos de propagación de las fake news y diferenciar rumor de una noticia real.
Para los investigadores, el valor de los resultados obtenidos radica en que aportan una herramienta analítica que permite inferir lo que está sucediendo en una red social a partir de cómo evoluciona en ella un rumor y del comportamiento de los individuos en relación con la transmisión».
San Martín afirma que el objetivo que tenían en la investigación era doble, ya que querían encontrar la ley que rige la evolución de la propagación de un rumor pero también calcular el tiempo que tardaría en llegar a una fracción de los individuos conectados a la red.
“Nos parecía fundamental detectar la presencia de grupos de bots o individuos acríticos, que reenvían automáticamente y de forma coordinada un determinado rumor, y ver cómo afectan a la propagación de la noticia” añade el investigador.