442 fiestas y reuniones en domicilios y locales de ocio. Ésta es la cifra récord de encuentros ilegales que se ha producido este fin de semana en la Comunidad de Madrid, y que amenazan con echar por tierra todo el trabajo y esfuerzo realizado hasta ahora e incluso «una cuarta ola».
Así lo ha advertido el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, ante un «repunte» de fiestas que marca un segundo máximo, solo superado durante el puente de la Constitución con más de 500 fiestas entre el viernes 4 de diciembre y el martes día 8, periodo en que los agentes hicieron un operativo especial para detectar botellones y fiestas en domicilios y locales.
«Nos preocupa que una minoría pueda echar al traste el esfuerzo de todos los madrileños y propicie una cuarta ola», ha dicho Aguado que además ha pedido a la Delegación del Gobierno que «eche una mano» a la Comunidad para evitar estas reuniones donde se incumple la normativa anticovid.
En una de ellas, la Policía Municipal tuvo que rescatar el pasado sábado a una joven que quedó enganchada en la antena parabólica de una tercera planta tras caer desde la terraza del cuarto piso donde participaba en una fiesta en el distrito de Ciudad Lineal.
La joven se encontraba junto con otras cuatro personas no convivientes, incluida su hermana menor de edad, consumiendo alcohol y drogas cuando se precipitó desde la terraza, quedándose enganchada a una parabólica de la que fue rescatada por un policía.
El sábado fue la jornada con más fiestas prohibidas, 191, mientras que el domingo los agentes intervinieron en 170 reuniones ilegales y el viernes en 81.
En este sentido, la portavoz del Ayuntamiento y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, ha asegurado que la Policía seguirá actuando «con toda la contundencia» y proponiendo «todas las sanciones que sean necesarias» para evitar estas conductas, que «en la mayoría de los casos» se dan en «pequeños formatos», siendo las «macrofiestas» la excepción.
Los agentes suelen actuar tras recibir «denuncias vecinales«, y «en la medida de lo posible se sanciona a todas las personas», si bien en «domicilios particulares las cosas son más complicadas», ha dicho. «Probablemente hayamos superado ya las 70.000 sanciones» aseguró Sanz.
Uno de los principales problemas que hay a la hora de detectar estas celebraciones ilegales es que muchos jóvenes son captados por internet o fuera de los bares y discotecas por relaciones públicas que organizan estos eventos, que luego desaparecen tras llevarles al lugar de la fiesta y cobrar la cantidad indicada, aunque sin dinero efectivo porque las copas se pagan con el móvil.
Representantes vecinales del centro de Madrid denunciaron el 12 de febrero ante el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, que se estaban ofertando paquetes de viajes de 150 euros desde Francia para pasar un fin de semana de fiesta en un piso turístico de Madrid.
Un momento crítico
Este auge de fiestas ilegales se produce en un momento crucial, con la tercera ola ya cerrada pero con el riesgo real de que se produzca una cuarta, con las UCI aún en riesgo de colapso y un porcentaje aún bajo de vacunación.
En este sentido, la Comunidad de Madrid ha administrado el 79,34% de las vacunas recibidas con un total de 476.870 vacunas contra el coronavirus, de las 601.015 que ha recibido, y el 2,6% de la población madrileña está inmunizada con las dos dosis inoculadas.
También supondrá un punto de inflexión a nivel económico, con todos los sectores pensando en la campaña de verano y en el inminente pasaporte europeo de vacunación.
La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) ha mostrado su satisfacción ante la posible puesta en marcha de una herramienta que consideran «fundamental» para reactivar el turismo de cara a este verano.
«Es una muy buena noticia que se pongan en marcha este tipo de mecanismos que permiten activar la movilidad segura en todo el ámbito europeo, independientemente de las pruebas que se establezcan, del ritmo y la evolución de la campaña de vacunación», aseguraba la semana pasada el presidente de Cehat, Jorge Marichal.
Según la AEHM, esta medida permitirá al sector, responsable de manera directa e indirecta del 7% del PIB de la capital, ofrecer a los viajeros «una garantía sanitaria y una movilidad segura en toda la Unión Europea y posiblemente también en terceros países”.
En este sentido, los hoteleros de la capital se unen a Cehat en reclamar urgencia a la hora de desarrollar esta herramienta, ya que permitirá «que no haya miedo al contagio a la hora de viajar».