Ni los analistas políticos más avezados se esperaban el sorprendente giro que dio la carrera hacia el 4M este lunes, con el anuncio del videpresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, de encabezar la lista morada en la Comunidad de Madrid.
Un nuevo escenario que cambia por completo las reglas del juego y que deja obsoletas todas las encuestas, aunque en el fondo la situación de trasfondo es la misma: todas las fuerzas de izquierdas tratando de sumar para «echar» a Ayuso de la Puerta del Sol, y la incógnita de un Cs que puede ser clave… o caer en la irrelevancia.
Ganar la Comunidad de Madrid
Ese es el ‘late motiv’ con el que se ha presentado Iglesias a la campaña, y con el que tratará de convencer a Pedro Sánchez para que PSOE y Unidas Podemos se «repartan los papeles». También se ha mostrado abierto a no encabezar la candidatura si hubiera un pacto con Más Madrid.
«Si somos capaces de unir a la izquierda transformadora y repartir los papeles, podremos frenar a la ultraderecha. Eso será una buena noticia no solo para los madrileños, sino para todos los demócratas de España», dijo Iglesias en una entrevista en La Sexta.
Iglesias ha asegurado que Sánchez «tiene claro» que ambos partidos deben «ganar Madrid» juntos y por eso ha pedido que el candidato socialista, Ángel Gabilondo, salga a buscar los votos de quien en anteriores ocasiones ha votado al PP o a Ciudadanos mientras Unidas Podemos moviliza a la izquierda.
En este sentido, Iglesias ha revelado que le ha gustado «el tono» de la candidata de Más Madrid, Mónica García, con quien según ha dicho tendrá una «conversación más larga». También ha admitido que será difícil dejar atrás las diferencias, pero que las cicatrices y las heridas del pasado palidecen cuando el objetivo es construir un Gobierno «decente».
«Hagamos unas primarias y que los inscritos e inscritas de Podemos, Izquierda Unida y Más Madrid decidan la lista del primero al último. Eso no puede ser una excusa para no construir esa unidad», ha respondido Iglesias preguntado sobre si cedería el primer puesto de la candidatura al partido de su exnúmero dos, Íñigo Errejón.
Por último, ha dejado claro que no dejará la Vicepresidencia segunda hasta la campaña electoral.