España celebra este lunes el 8 de marzo más atípico de los últimos años.
Un «8M» en el que la pandemia por coronavirus nos privará de las marchas multitudinarias teñidas de morado en grandes y pequeñas ciudades, con mujeres y hombres de todas las edades reclamando algo que parece impensable que aún haya que seguir reivindicando: la igualdad plena en ambos sexos.
Porque, aunque avanzamos, no lo hacemos todo lo rápido que deberíamos. Sigue habiendo brecha salarial, mayor dificultad de conciliación, acceso más complicado a puestos de responsabilidad, discriminación… Algo que, a estas alturas, no nos podemos permitir.
Las mujeres han demostrado, a lo largo de la historia, que no son ni mejores ni peores que los hombres. Son iguales. Precisamente de eso trata el 8M, de no imponer nada, sino de trabajar codo con codo para conseguir una sociedad en la que solo se juzgue a las personas por su capacidad, y no por su sexo.
La lucha de hoy, ya sea desde casa, desde las redes sociales o desde la calle allí donde esté permitido, es igual de necesaria e imprescindible que hace un año. Cuantos más seamos los que hagamos ruido, mejor, porque más grande será la base que servirá de palanca para el cambio.
El siguiente paso es que todos los días sean 8 de marzo, y que el debate sobre igualdad, feminismo o conciliación esté siempre sobre la mesa. Motivo por el que hemos hablado con cuatro mujeres que se han abierto paso de manera destacada en campos como la docencia superior, las finanzas, el ámbito policial o el arte.
Un sector, este último, acerca del cual tiene mucho que contarnos Carmen Ruíz Ballester, cocreadora de We Art Exhibitions, quien este 8 de marzo quiere acordarse en primer lugar de su abuela Carmen, “que hace más de 70 años montó ella sola una venta de carretera en Murcia de la que hoy viven muchas familias”.
Una pionera que ha servido como ejemplo a su nieta, que tiene muy claro que “igualdad es que, si por ejemplo eres escritora, te llamen para dar una charla sobre tu libro porque tu libro es bueno, y no porque seas una mujer o vayas a hablar del papel de la mujer en la literatura”. En este sentido, cree que “hacen falta referentes femeninos, que cada vez haya más escritoras, más directoras de cine, empresarias… que inspiren a otras mujeres a hacer lo mismo”.
Un aspecto, el de los referentes femeninos, al que también alude Pilar Charro Baena, Catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, institución de la que además es Secretaria General. A su juicio, en quien hay que fijarse es en “todas aquellas mujeres anónimas que han sacado a sus familias adelante, aquellas que a la adversidad y a las dificultades le han plantado cara y se han puesto al frente, aquellas a las que el agotamiento físico y psíquico por la “doble jornada” no les hace caer en el desaliento”.
Reconoce, sin embargo, que en España sigue existiendo un déficit de oportunidades para las mujeres en el ámbito laboral: “la realidad es tozuda y revela que todavía persisten desigualdades y diferencia de oportunidades: brecha salarial, contratación laboral precaria, parcialidad del trabajo o asunción mayoritariamente por parte de las mujeres de las responsabilidades familiares y tareas de cuidado son ejemplo de ello”.
Una distancia que, aunque cada vez menor, también existe en el de la seguridad ciudadana como señala Rosa María García Durán, intendente en la Unidad de la Mujer, el Mayor y el Menor de la Policía Municipal de Madrid. No tanto en el papel que juegan dentro del órgano, que es “exactamente el mismo” que el de los compañeros, como en el de presencia. Y es que su deseo para los próximos años es que haya mujeres y hombres al 50% en el cuerpo.
Porque, en lo que se refiere a oportunidades y respeto, asegura que “no hay un problema de percepción entre sexos y función policial, no. No es el caso de la Policía Municipal de Madrid. Y en general, creo que ocurre lo mismo en nuestros colectivos de Seguridad”.
Una línea en la que también se sitúa Maite Díaz, directora de Central de Banca Comercial en BBVA, quien reconoce que la entidad bancaria le ha facilitado todo lo necesario para la conciliación: “tengo dos hijas y no he sentido la necesidad de tener que “elegir”. He podido desarrollar mi carrera profesional sin haberme perdido nada”.
Eso sí, a la hora de mencionar referentes, tiene muy claro, igual que el resto de protagonistas, que los son “aquellas mujeres que lucharon, incluso murieron, para que ahora nosotras podamos disfrutar de una vida con más derechos y más igualitaria. Y también lo son las que aún hoy siguen dando la vida por ello, o enfrentándose a situaciones muy difíciles por los fuertes regímenes que hay en sus países”.
Nos adentramos, por tanto, en un nuevo Día Internacional de la Mujer en el que se volverá a poner el foco en cuestiones que ya deberían estar superados en todas las parcelas de la vida, y no solo en algunas.