Renfe sigue dando pasos adelante con la diversificación de sus servicios y, tras anunciar hace unos días la puesta de largo de su ‘Alta Velocidad Low Cost’ (AVLO) para principios de verano, ya trabaja con Talgo para finiquitar el proceso de homologación de Avril, el nuevo tren de alta velocidad de la compañía ferroviaria española.
Lo está haciendo con varios ensayos en la línea de ave Madrid-Galicia, que se prolongarán durante varias semanas. Un paso decisivo en la validación técnica previa a su puesta en servicio por parte de Renfe, siendo la fase final en el proceso de fabricación de 30 unidades del Talgo Avril adquiridos por la sociedad.
Estas pruebas consisten en comprobar el comportamiento dinámico de todos los elementos del tren y, en particular, de los sistemas de rodadura, en condiciones de operación progresivamente más complejas y hasta llegar a la velocidad necesaria para homologarlo técnicamente a más de 360 kilómetros por hora.
La velocidad máxima en operación comercial de este tren, con capacidad de hasta 581 plazas y llamado a convertirse «en referente de calidad de la muy alta velocidad ferroviaria», será de 330 kilómetros por hora.
Gracias a su alta capacidad y al ligero peso total, los trenes Avril comprados por Renfe «minimizan el consumo energético y multiplican la eficiencia», reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorando aún más la posición del ferrocarril como el modo de transporte más sostenible, ha indicado Talgo.
Una de sus características es que su composición de 12 coches y 200 metros de longitud se sitúan en un único piso y a la misma altura del andén, lo que permite a los viajeros acceder a él y desplazarse por todo su interior sin escalones ni rampas.
Esta capacidad «única» de Talgo no sólo facilita el acceso de las personas con movilidad reducida, sino que además ofrece un viaje sencillo a todos los pasajeros, desde padres con carritos de bebé a viajeros con equipajes voluminosos o bicicletas.
El fabricante ha explicado que el Talgo Avril es parte de una plataforma tecnológica altamente flexible que «permite adaptar cada entrega a las necesidades cada vez más complejas del mercado ferroviario europeo».
En el caso de Renfe, los 30 trenes suministrados se dividen en diferentes bloques, en función de su configuración comercial interior, su capacidad para cambiar de ancho de vía (ibérico e internacional) y su equipamiento para ser operados también al norte de los Pirineos.
Gracias a ello, podrán ser utilizados en la práctica totalidad de la red ferroviaria ibérica electrificada con catenaria y en las relaciones internacionales entre España y Francia.
La interoperabilidad de los trenes Talgo es una de sus características más distintivas, que los ha llevado a ser utilizados en rutas comerciales por toda Europa, en países como Francia, Suiza, Italia, Portugal, Rusia, Bielorrusia o Polonia.
Talgo recuerda que recientemente ha sumado, además, nuevos contratos para suministrar trenes a la operadora germana Deutsche Bahn, que conectarán Berlín con Amsterdam, y a la danesa DSB, para enlazar Copenhague con el puerto alemán de Hamburgo.