La ola de protestas por la encarcelación del rapero Pablo Hasel llegó este miércoles a Madrid y, tras una manifestación no autorizada en la Puerta del Sol que congregó a cientos de simpatizantes del cantante, se sucedieron los altercados entre algunos de los asistentes y la policía.
La violencia se adueñó entonces del centro de la capital y, tal y como ha venido sucediendo en otras ciudades españolas, el mobiliario urbano se ha llevado la peor parte. Unos altercados, los de Madrid por los que se ha detenido a diecinueve personas y han resultado heridas 55 personas, de las que 35 son policías.
De esos 35 agentes heridos, 3 han sido trasladados al hospital, mientras que de los diecinueve detenidos por la Policía Nacional, seis son menores (de entre 16 y 17 años) y cuatro mujeres.
Puerta del Sol, campo de batalla
En una plaza blindada con un fuerte dispositivo policial se concentraron centenares de personas con pancartas en las que podía leerse «Libertad Pablo Hasel. Amnistía total» o «Pablo Hasel libertad, fuera la justicia franquista», firmada por el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria.
Los incidentes comenzaron cuando grupos de manifestantes comenzaron a arrojar mobiliario urbano y otros objetos a los miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP), que cargaron contra ellos.
Algunos de los manifestantes llegaron a arrancar los adoquines de la plaza, arrojándolos a los agentes e incluso impactando en los cascos de los policías.
Posteriormente, se produjeron incendios en calles próximas como Arenal, Toledo, Correos o la travesía del Arenal, en las que se destrozaron escaparates de tiendas de ropa y saqueado su interior.
Echenique apoya a los «jóvenes antifascistas» y Ayuso pide el cese de Iglesias
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han recorrido esta mañana la zona de la Puerta de Sol tras los disturbios de la manifestación de anoche.
Tras contemplar in situ los efectos de los actos vandálicos e indiscriminados, Ayuso ha pedido a Sánchez el cese inmediato de Iglesias como vicepresidente de Gobierno, ya “que pone en tela de juicio la democracia española y está siempre detrás de los movimientos vandálicos” como los de ayer en Sol.
Asimismo, ha afirmado que «este sujeto va a entrar en prisión por ser un delincuente reincidente, no por la libertad de expresión, no por desearle que metan dos tiros en la nuca a José Bono o que le revienten el coche a Patxi López, es por reincidente, no solo por injurias a la Corona, es por ser un condenado reincidente».
La presidenta ya había mostrado su solidaridad con los policías en la red social Twitter.
En una línea similar se expresó el regidor de la capital, José Luis Martínez-Almeida, quien arengó a condenar «firmemente la violencia», pidiendo «a todos los partidos políticos que se pronuncien en contra de manera clara».
Una petición desoída por el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, quien por su contra quiso dar todo su apoyo a los «jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles».
Una reacción que ha levantado una enorme polvareda, y que ha recibido varias contestaciones, como la de la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, quien le ha pedido su dirección para mandarle «la factura de los destrozos, así no la tienen que pagar todos los madrileños.
Incluso la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, en una entrevista en la SER, ha expresado su rechazo al apoyo dado por el dirigente de Unidas Podemos Pablo Echenique a los manifestantes violentos que respaldaron al rapero Pablo Hasél y le ha instado a ser responsable con el cargo público que ocupa.
«Una cosa es defender que una democracia sea exigente con la libertad de expresión y otra cosa muy diferente es alentar a estar en un situación en la que ayer vimos heridos y detenidos», ha afirmado, para añadir que, a su juicio, «eso es absolutamente inabarcable dentro de la responsabilidad de quienes tenemos cargos públicos».
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha tildado de «escandaloso» que un partido que forma parte del Gobierno, en referencia a Unidas Podemos, apoye las protestas violentas de Madrid y Cataluña para pedir la liberación del rapero.