Hace apenas un mes, el 24 de enero, la Comunidad de Madrid notificaba una cifra de más de cinco mil nuevos contagios por Covid-19, casi 4.500 hospitalizados con esta patología (de los cuales casi 700 en UCI) y un índice disparado, por encima de los 800 casos por cada cien mil habitantes.
No se confinó, se siguieron aplicando medidas quirúrgicas en zonas básicas de salud, no se paralizó la actividad… y ahora nos encontramos con estos números: 1.710 nuevos casos de covid-19, 2.017 ingresados en planta, 580 personas en cuidados intensivos y 232 altas hospitalarias en el día (85.231 durante la crisis sanitaria).
La incidencia acumulada de coronavirus, aunque alta y por encima de la media nacional (206,05), continúa descendiendo en la región hasta alcanzar los 321,56 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días (el miércoles se situaba en 339,03). Todos los indicadores bajan. A pesar de la llegada de nuevas cepas, más contagiosas, y de no haber comprometido los negocios de miles de madrileños con unas medidas duras pero que han dejado margen de maniobra para «salvar» parte de la economía».
La tercera ola se desvanece, sin encerrarnos en casa como piden (siempre) quienes cobran a final de mes pase lo que pase.
Test masivos
Una de las apuestas que siempre se ha defendido desde el principio de la pandemia en la región es el de los cribados masivos, y así continúa siendo. En la semana del 15 al 21 de febrero, Madrid fue la segunda comunidad autónoma tras Cataluña (201.103) que hizo más pruebas diagnósticas, con un total de 182.123, de las cuales 73.628 fueron PCR y 108.495 test de antígeno, un volumen que equivale a 2.733 pruebas por 100.000 habitantes.
Una forma de conocer y aislar a las personas positivas, cortando de esta manera la cadena de transmisión. Se han llevado a cabo pruebas de antígenos en polideportivos, universidades, centros culturales… apuntando a múltiples espectros de edad y en zonas con mayor incidencia.
Los primeros pasos de la vacunación masiva
También se sigue avanzando en el proceso de inmunización de la población, que ya está teniendo un efecto determinante en lugares donde hay personas de alto riesgo como son las residencias de ancianos. Una efectividad que anima a avanzar en la inmunización de toda la población posible, con una campaña que ya ha tomado velocidad de crucero.
Así, lugares como el Wanda Metroplitano ya sirven como centro de vacunación (empezando por policías locales, bomberos y personal de Protección Civil), y los mayores de 80 años también están siendo inmunizados con los fármacos de Pfizer y Moderna.
Asimismo, la sede del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM) comenzará este viernes la vacunación contra el coronavirus a todos aquellos médicos que no tienen posibilidad de ser vacunados en sus centros de trabajo, habiéndose inscrito ya «más de dos mil médicos».
En un comunicado, el ICOMEM ha indicado que cuentan con una remesa de 500 vacunas Pfizer y 1.000 de AstraZeneca, y la campaña tendrá una duración de seis meses, en la que está previsto que se pueda llegar a vacunar a 54.000 personas, a un ritmo de 300 al día en jornadas de 12 horas, de lunes a domingo.
La vacunación incluye al personal socio sanitario y del propio ICOMEM, en conformidad con lo dispuesto por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y la ampliación de la vacunación a la población madrileña.