El Canal de Isabel II va a absorber a su filial Hispanagua, que quedará extinguida. Subrogará a sus empleados y adquirirá sus bienes e inmuebles, que pasarán a formar parte de la empresa pública madrileña, después de que la junta de accionistas haya aprobado la fusión por absorción.
Canal ha informado de que una junta general extraordinaria de accionistas aprobó el miércoles dicha operación, en el marco de la cual Canal se subrogará en los derechos y obligaciones de la sociedad absorbida, con el 1 de enero de 2021 como fecha de efectos contables de la fusión.
Según Canal, el acuerdo aprobado supondrá la simplificación de la estructura societaria de su grupo de empresas y permitirá la utilización de recursos comunes y aumentar la eficiencia en los costes operativos, administrativos y de estructura. El Consejo ha aprobado la modificación de plantilla de Canal de Isabel II relacionada con el Plan Estratégico 2018-2030, que fue autorizada por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid en mayo de 2019.
El convenio con Hispanagua
En noviembre de 2017, Canal de Isabel II ya anunció que la empresa pública cerraría en el plazo máximo de dos años un convenio único en Hispanagua para evitar el “desorden” de esta filial. Podemos denunció entonces en la Asamblea de Madrid que Hispanagua contaba entonces con cuatro convenios colectivos para 225 trabajadores.
A finales de 2017 los sindicatos UGT y CCOO denunciaron la “privatización” del Canal de Isabel II a través del “despiece” de su filial Hispanagua, mediante la cual sacaba a licitación parte de las labores de mantenimiento y construcción de la empresa pública.
Entonces, el jefe del área comercial de Hispanagua Jaime Lafora, había acusado a Canal de Isabel II en la asamblea de Madrid de contratar a cargo de esta filial suya a personas afines al Gobierno de la Comunidad de Madrid, entre ellas el exalcalde de Cenicientos Jesús Manuel Ampuero, del PP.
En su intervención, Lafora dijo que «cuando el Canal no podía contratar a gente» lo hacía su filial Hispanagua a través de empleados como él, que tenían que facturar «lo que quisieran» para justificar estos contratos. Según Lafora, el trabajo de los empleados de Hispanagua consistía en «meter los mayores clavos» al Canal de Isabel II para «dar beneficio como fuera» porque si no, «perdían dinero».
Hispanagua fue constituida como sociedad anónima en 1995 para apoyar a Canal en la construcción, mantenimiento, y explotación de infraestructuras relacionadas con la gestión del ciclo del agua, como ejecución de acometidas, instalación y renovación de contadores, la realización de inspecciones e informes y la ejecución de reparaciones de red.